La enuresis nocturna es la micción involuntaria que se produce durante la noche y que ocurre a una edad en la que se espera que el niño ya tenga un control voluntario de la micción.
En España, más de 500.000 niños padecen enuresis; en concreto, el 16% de los niños de 5 años, el 10% de los de 6 años y el 7,5% de los de 10 años de edad.
Según la Asociación Española de Pediatría, existen factores biológicos y psicológicos y sociales que influyen en la enuresis. Dentro de los factores biológicos se encuentran: genética, retraso de la maduración, disfunción vesical, alteraciones del sueño, disfunción sensoperceptiva, estreñimiento, hormona antidiurética, trastorno urinario y ciertos psicofármacos.
La enuresis nocturna es la micción involuntaria que se produce durante la noche y que ocurre a una edad en la que se espera que el niño ya tenga un control voluntario de la micción
Por su parte, dentro de los factores psicológicos y sociales están: situaciones estresantes, clase social, entrenamiento en el control vesical y trastornos emocionales y conductuales.
''La incontinencia urinaria nocturna (enuresis) o diurna es un trastorno muy habitual, tanto los niños como las niñas. No es una buena idea retrasar el momento de la consulta, pues basta con un diagnóstico y tratamiento dirigidos para resolver el problema en poco tiempo y aumentar la autoestima del niño'', señalan desde el Hospital Universitari Dexeus.
¿Cómo se diagnostica? ''Los especialistas hacen análisis de una muestra de orina para ayudar a diagnosticar los problemas de control de la vejiga en los niños. También, si lo piden los especialistas, se puede hacer un cultivo de orina. La presencia de glóbulos blancos y bacterias en la orina puede ser señal de una infección de las vías urinarias'', señala el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón de Estados Unidos.
Añaden, a su vez, que ''en algunos casos, los especialistas pueden pedir pruebas de imágenes o pruebas del funcionamiento de las vías urinarias. Estas pruebas pueden mostrar un defecto congénito o un bloqueo en las vías urinarias que puede llevar a la pérdida de orina. Las pruebas especiales pueden encontrar problemas en los nervios o la columna vertebral. Las pruebas también pueden ayudar a mostrar si el niño tiene una vejiga pequeña o músculos débiles o que no funcionan bien juntos''.