El embarazo ha demostrado ser una de las etapas más bonitas por las que pasa la mujer. Un momento esperado y buscado que culmina con el nacimiento del bebé que durante nueves meses ha crecido en el interior de su madre. Sin embargo, los embarazos no siempre vienen cuando uno lo espera, ya que en ocasiones viene en edades muy tempranas o al contrario, cuando ya somos demasiado mayores.
Cuando la chica se queda embarazada siendo demasiado joven, los riesgos durante el periodo gestacional aumentan. En muchos casos, las adolescentes y el bebé pueden presentar problemas como:
- Abortos espontáneos.
- Partos prematuros, habitualmente los bebés suelen nacer en torno a la semana 37 de gestación.
- En casos de embarazos en madres menores de 15 años, los niños sufren riesgo de nacer con malformaciones.
- Cuadros de malnutrición, con carencias de nutrientes esenciales para el buen desarrollo del bebé.
- Normalmente los bebés nacen con bajo peso debido a la inmadurez del cuerpo de la madre, ya que su útero no se ha desarrollado completamente.
COMPLICACIONES PSICOLÓGICAS
Seguramente cuando una chica se queda embarazada en una edad temprana y más sin esperarlo, uno de los momentos más duros será el de contarlo a las familias y pensar en cómo afrontarlo. En general, los adolescentes que se tienen que enfrentar a estas situaciones sufren problemas como:
El miedo a ser rechazados socialmente. Es muy común que si la madre tiene una edad temprana sea sometida a un juicio de comentarios y miradas por parte de su entorno familiar, sus amigos o incluso personas que lo juzgan sin conocerlo. Como consecuencia de ello, la joven puede tender a marginarse y no socializar.
Rechazo al bebé. Son niñas y no desean asumir la responsabilidad, el tiempo y las obligaciones que supone ser madre. Sin embargo, esto también las hace sentirse culpables, tristes y su autoestima se reduce.
Problemas sociales. Si los padres aun se encuentran en edad escolar, es muy probable que el embarazo les afecte a su rendimiento académico y problemas de inserción social.
Para solucionar estos problemas, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan limitar el matrimonio antes de los 18 años, aumentar el uso de anticonceptivos para los adolescentes, reducir las relaciones bajo coacción y apoyar los programas de prevención de embarazos en la adolescencia.