El picante es un sabor que no gusta a todo el mundo; de hecho, son muchas personas las que prefieren no incluirlo en sus comidas, ya que produce una sensación de quemazón y picor que puede resultar un poco desagradable.
A pesar de no ser bien tolerado por muchos, el picante tiene numerosos beneficios para la salud; entre ellos, el de controlar el peso. Según la Arthritis Foundation, ''la capsaicina, sustancia que hace que chiles como el habanero, jalapeño y piquín sean picantes, puede estimular el metabolismo y ayudar a combatir la grasa''.
El picante es un sabor que no gusta a todo el mundo; de hecho, son muchas personas las que prefieren no incluirlo en sus comidas
Sin embargo, destacan, ''la capsaicina pueda aumentar la pérdida de grasa y cambiar la distribución de la grasa abdominal, pero el adelgazamiento depende del total de calorías consumidas menos las que se queman. Además, los efectos no parecen durar mucho tiempo''.
Por otro lado, la Fundación Española del Corazón detalla que la capsaicina tiene propiedades vasodilatadoras, lo que ayuda a mantener la tensión arterial normal, y contribuye a mantener niveles normales de colesterol.
No obstante, se aconseja su uso moderado, sin llegar a producir irritación, lo que mejora considerablemente multitud de platos y aporta un puntito picante que favorece la digestión y abre el apetito.
Por otro lado, la comida picante también estimula la liberación de endorfinas, ayuda a dormir, mejora el estado de ánimo y facilita la apertura de los vasos respiratorios en caso de congestión u otras dolencias relacionadas con el sistema respiratorio.