"Alprazolam se utiliza en adultos para el tratamiento de los síntomas de ansiedad que son graves, incapacitantes o que causan gran angustia al paciente.", explican desde la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS). Aún así es importante saber que hay ciertas situaciones en las que no esta recomendado tomar el medicamento:
Si es alérgico a alprazolam, a las benzodiazepinas o a alguno de los demás componentes de este medicamento (incluidos en la sección 6).
Si padece dificultades respiratorias relacionadas o no con el sueño (apnea del sueño).
Si padece una enfermedad llamada miastenia gravis que se caracteriza por debilidad muscular.
Si padece alteraciones graves del hígado.
Los efectos adversos que pueden aparecer durante el tratamiento con alprazolam ocurren predominantemente al comienzo del tratamiento y generalmente desaparecen con la administración continuada o tras una reducción de dosis.
Entre los efectos secundarios más frecuentes se encuentran: depresión, fatiga, irritabilidad, estreñimiento, boca seca, somnolencia, dolor de cabeza, mareos, visión borrosa, dermatitis o nauseas, entre otros.
Entre los menos frecuentes puedes aparecer síntomas como alucinaciones, reacciones de ira, pérdida de la memoria o fuerza en los músculos, incontinencia urinaria, sintomas de abstinencia...