En una sociedad como la nuestra, en el que la imagen y la obsesión por el culto al cuerpo está en todos los ámbitos publicitarios, alcanzar esa imagen nos puede llevar a extremos que terminen en problemas de salud muy graves si para conseguirla se utilizan métodos poco recomendables y nada saludables como las denominadas ''dietas milagro''.
Desde la Fundación Española de la Nutrición (FEN) alertan de que estas dietas pueden constituir en la mayoría de los casos ''no solo un fraude sino también un serio peligro para la salud''. Para la FEN, estas dietas ''carecen de base científica y en muchos casos exageran propiedades y efectos que no son evidentes ni probados''.
En este tipo de dietas se suprimen muchas cosas, ya que basan la alimentación en comer muy pocos tipos de alimentos
¿Qué alimentos se suprimen en este tipo de dietas? Se suprimen muchas cosas, ya que basan la alimentación en comer muy pocos tipos de alimentos. Se suprimen casi todas las frutas, proteínas esenciales y todos los carbohidratos y azúcares. ''Se suprimen legumbres, frutos secos, muchas frutas y bastantes verduras, lo que hace que sea una alimentación muy desequilibrada que puede ocasionar problemas de salud por carencias y déficits, además de pérdida de masa muscular y deshidratación'', manifiesta Domingo Carrera, médico especialista en nutrición del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas.
En este sentido, la pérdida de las dietas milagro puede no ser real, es decir, puede ser que se pierda peso, por pérdida de líquidos, pero no grasa. Además, se puede producir el famoso efecto rebote y volver a recuperar el peso perdido.
En cuanto a las consecuencias negativas que pueden tener para la salud, Domingo Carrera resalta que producen pérdida de masa muscular, que trae consigo debilidad y falta de fuerza, electrolitos como sodio y potasio, que pueden traer deshidratación y calambres, confusión mental y aletargamiento o bradipsiquia (lentitud en el pensamiento), pérdida de calcio en los huesos, mareos, hipotensión y carencias de diferentes minerales y vitaminas, muchas del grupo B, selenio, zinc, magnesio, vitamina A y D, etc.
''Esto puede traer consigo muchos síntomas como dolores de cabeza, alteraciones en la memoria, en la piel, diarreas, gastritis y, sobre todo, gran bajada de nuestro sistema inmunitario lo que nos hace más propensos a infecciones y cánceres. Además, si se repiten durante mucho tiempo puede producir una alteración metabólica que sea crónica y que hace que resulte casi imposible bajar de peso en el futuro'', detalla.