El Dalsy es un medicamento que se utiliza en lactantes mayores de 3 meses y niños hasta 12 años para tratar dolores ocasionales leves o moderados, así como estados febriles. Contiene ibuprofeno como principio activo y pertenece a un grupo de medicamentos llamados antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) desaconseja tomar Dalsy en los siguientes casos: si se padece una enfermedad grave del hígado o riñones, si se es alérgico al ibuprofeno, si se vomita sangre, si se presentan heces negras, si se ha tenido úlcera o hemorragia de estómago, si se padece deshidratación severa o si se padecen trastornos hemorrágicos.
Dalsy debe utilizarse de forma ocasional y por periodos limitados. ''Se debe utilizar la dosis eficaz más baja durante el menor tiempo necesario para aliviar los síntomas. La dosis recomendada de ibuprofeno depende de la edad y del peso del niño. Por regla general, para niños de 3 meses hasta 12 años, la dosis diaria recomendada es de 20 a 30 mg por kg de peso dependiendo de la intensidad de los síntomas y se reparte en tres tomas'', señala la Aemps.
El Dalsy es un medicamento que se utiliza en lactantes mayores de 3 meses y niños hasta 12 años para tratar dolores ocasionales leves o moderados
''Se puede también dosificar la suspensión siguiendo una pauta de 4 tomas diarias. En ese caso no deben superarse en 24 horas las dosis diarias máximas. La dosis a administrar en cada toma, cada 6 horas, se recalculará/reducirá proporcionalmente. No se recomienda el uso de este medicamento en niños menores de 3 meses o peso inferior a 5 kg'', añade la Aemps.
Al igual que todos los medicamentos, Dalsy puede producir efectos adversos, aunque no todos los niños los experimenten. Según la Aemps, las frecuencias que se muestran se refieren al uso a corto plazo de dosis máximas diarias de máximo 1.200 mg de ibuprofeno oral.
En este sentido, dentro de los efectos adversos frecuentes están: náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, dolor de cabeza, mareos y fatiga, entre otros.
En los efectos poco frecuentes se han encontrado: gastritis, parestesia, somnolencia, ansiedad, úlceras gástricas, enrojecimiento de la piel, asma, etc. También pueden darse, aunque de forma muy rara: confusión, vértigo, depresión, edema, meningitis aséptica, taquicardias e hipotensión, entre otros.