Las evidencias científicas actuales confirman que el huevo no eleva el nivel de colesterol en sangre. Aunque antes se decía que no era recomendable comer más de dos o tres huevos a la semana, hoy se puede decir que incluso pueden comerse diariamente.
No conviene alimentarse exclusivamente a base de huevos, como tampoco es conveniente alimentarse en exclusiva a base de cualquier otro alimento, pues necesitamos los nutrientes que se encuentran en una alimentación variada.
Además, tiene grandes propiedades nutricionales:
- Proteínas de alto valor biológico, contiene aminoácidos esenciales que el organismo no es capaz de sintetizar por sí mismo.
- Menos la vitamina C, el huevo tiene todas las vitaminas en cantidades apreciables. En la yema se concentran las vitaminas A, D, E y K y en la clara, sobre todo, las del grupo B (B12, ácido pantoténico o B5, riboflavina o B2 y biotina o B7).
- En cuanto a los minerales, destaca su contenido en fósforo, hierro, zinc y selenio.
- Los lípidos del huevo son en su mayoría insaturados, solo un tercio son saturados. Su alto contenido en grasas monoinsaturadas hace que su grasa se considere saludable pues ejerce una acción beneficiosa en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Es fuente de ácidos grasos Omega-3.
- En la parte grasa del huevo encontramos también la lecitina, un compuesto con función emulsionante que interviene en el metabolismo del colesterol, reduce su absorción intestinal y evita que se deposite en las arterias.
- Y si hablamos de su aporte energético, un huevo supone solo 70 kilocalorías, por lo que también suele ser una buena opción para mantener el peso, pues aporta nutrientes importantes y apenas azúcares. Además, es un alimento con una gran capacidad saciante.