El paracetamol es uno de los medicamentos más conocidos y recetados. Está indicado para el tratamiento sintomático del dolor de cualquier causa de intensidad moderada, como por ejemplo: dolores postoperatorios y del postparto, dolores reumáticos (artrosis y artritis reumatoide), lumbago, tortícolis, ciática, neuralgias, dolor de espalda, dolores musculares, dolores menstruales, dolor de cabeza y dolor dental. Estados febriles y en las molestias que acompañan al resfriado y a la gripe.
Aunque estamos acostumbrados a tomarlo en practicamente cualquier situación, lo cierto es que desde la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), han detallado en su prospecto en que situaciones no estaría indicado tomarlo por los posibles efectos que puede provocar:
Su uso esta desaconsejado en los siguientes casos:
- Si es alérgico al paracetamol o a cualquiera de los demás componentes de este medicamento
- Si padece alguna enfermedad en el hígado
- Si has consumido o tomado alcohol
- Si estás embarazada, crees que podrías estar embarazada o tienes intención de quedarte embarazada, la Agencia recomienda consultar al médico o farmacéutico antes de utilizar este medicamento.
- No se debe dar a niños menores de 15 años o con un peso inferior a 50 kilogramos.
- Si padece enfermedad de riñón, corazón o del pulmón o tiene anemia (disminución de la tasa de hemoglobina en la sangre, a causa o no de una disminución de glóbulos rojos), deberá consultar con su médico antes de tomar este medicamento.