El ibuprofeno es el antiinflamatorio no esteroideo (AINE) más utilizado en España para tratar el dolor de intensidad leve o moderada (incluida la migraña), el tratamiento de la fiebre, el tratamiento de la artritis y artritis reumatoide juvenil, la artrosis, la espondilitis anquilosante, la inflamación no reumática y la dismenorrea primaria.
Como todos los medicamentos, el ibuprofeno también puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas los sufran. De hecho, los efectos secundarios de los medicamentos como ibuprofeno son más comunes en personas mayores de 65 años.
Además, la incidencia de estos efectos es menor en tratamientos más cortos y cuando la dosis diaria está por debajo de la dosis máxima recomendada.
En este sentido, desde la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) señalan que los efectos adversos más frecuentes que ocurren con los medicamentos como ibuprofeno son los gastrointestinales: úlceras pépticas, hemorragias digestivas, perforaciones, náuseas, vómitos, diarrea, flatulencia, estreñimiento, ardor de estómago, dolor abdominal, sangre en heces, aftas bucales, entre otros.
El ibuprofeno es el antiinflamatorio no esteroideo (AINE) más utilizado en España para tratar el dolor de intensidad leve o moderada
También pueden darse efectos cardiovasculares. De hecho, estos medicamentos pueden asociarse con un moderado aumento de riesgo de sufrir un ataque cardiaco o cerebral.
Por otro lado, dentro de los efectos cutáneos pueden darse: erupción, enrojecimiento, picor o hinchazón de la piel. Asimismo, aunque son muy raros, puede producirse caída del cabello y un eritema multirforme.
Del sistema inmunológico, la Aemps destaca: mucosas, edema pasajero en áreas de la piel, broncoespasmo e inflamación de la mucosa nasal. Por su parte, del sistema nervioso central: mareos, dolor de cabeza, somnolencia y parestesia.
Asimismo, existen efectos secundarios psiquiátricos (ansiedad, insomnio, inquietud, desorientación, nerviosismo, etc.), auditivos (vértigo, zumbidos o pitidos en el oído, etc.), oculares (alteraciones de la visión y visión borrosa) sanguíneos (disminución de plaquetas, disminución de los glóbulos blancos, disminución de los glóbulos rojos, disminución de granulocitos, pancitopenia, agranulocitosis, anemia aplásica o anemia hemolítica, etc.), renales (insuficiencia renal, entre otros) y hepáticos (hepatitis, entre otros).