La dieta mediterránea es una forma de alimentación basada en el consumo elevado de frutas, verduras, hortalizas, legumbres y cereales, incluyendo pescado y aceite de oliva como fuente principal de grasa para cocinar.
En este sentido, según destacan desde la Comunidad de Madrid, se recomienda tomar al menos cinco raciones de frutas y verduras al día, priorizando las de temporada. En relación a los cereales, se aconseja priorizar los que sean integrales, ya que tienen un valor nutricional mucho más alto que los blancos.
Por otro lado, es recomendable consumir pescado entre 3-4 veces a la semana, preferentemente pescado azul, rico en ácidos grasos omega-3, grasas poliinsaturadas que ayudan a combatir la inflamación en el cuerpo.
Se recomienda tomar al menos cinco raciones de frutas y verduras al día, priorizando las de temporada
''Los ácidos grasos omega-3 también ayudan a disminuir los triglicéridos, reducen la coagulación de la sangre y el riesgo de accidentes cerebrovasculares e insuficiencias cardíacas'', detallan desde Mayo Clinic.
En cuanto a la carne, se debe priorizar la magra, o retirar la grasa visible. Se debe consumir una media de 3-4 raciones por semana, evitando el embutido y la carne procesada.
Asimismo, desde la Comunidad de Madrid explican que hay que consumir diariamente una cantidad moderada de productos lácteos, especialmente yogur sin azucarar. También, elegir fruta fresca como postre habitual, y reservar los dulces y postres para ocasiones especiales.
Por todo ello, la dieta mediterránea se ha relacionado con multitud de beneficios para ciertas enfermedades crónicas de alta prevalencia: colesterol alto, triglicéridos altos, diabetes, algunos cánceres, obesidad...