El estrés es un proceso natural y habitual de adaptación de las personas al medio que les rodea. Consiste en activarse durante un período de tiempo y dedicar más recursos para resolver determinadas situaciones que requieren de un mayor esfuerzo. Una vez conseguido el objetivo, volvemos a "desactivarnos" y recuperamos la situación inicial.
En este sentido, tener un estrés moderado puede resultarnos beneficio para nuestro día a día, sin embargo, si este se cronifica en el tiempo puede perjudicar gravemente a la salud. ''Si una persona está sometida a un estrés constante está más activada de lo normal. Esta activación conduce a presentar mayores niveles de ansiedad, de irritabilidad y de ira. Si la situación se mantiene, pueden aparecer síntomas de depresión como resultado del cansancio emocional'', señalan desde el Ministerio de Sanidad.
El estrés es un proceso natural y habitual de adaptación de las personas al medio que les rodea
Así, algunas personas experimentan principalmente síntomas digestivos, mientras que otras pueden tener dolores de cabeza e insomnio, sentir tristeza o enojo.
''Con el tiempo, la tensión continua que produce el estrés en el cuerpo puede contribuir a problemas graves como enfermedades cardíacas, presión arterial alta, diabetes y otras enfermedades'', detallan desde Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos.
Para tratarlo, en Mayo Clinic aconsejan hacer deporte con regularidad o practicar técnicas de relación como meditación o yoga. También es importante tener una higiene de sueño adecuada y mantener una alimentación saludable.
Por otra parte, ''las formas inactivas de controlar el estrés, como ver la televisión, navegar por Internet o jugar videojuegos, pueden parecer relajantes, pero pueden aumentar el estrés a largo plazo'', comentan.