Las altas temperaturas, los cambios hormonales, estar de pie mucho rato, una alimentación poco natural, son algunos de los factores que pueden provocar que nuestro cuerpo retenga más líquidos de lo habitual. Y, desgraciadamente, con la llegada del verano y el calor, este problema se acrecienta. ¿Cómo evitar esa desagradable hinchazón?
Bebe agua suficiente. Beber agua limpia el organismo y elimina toxinas lo que, paradójicamente, convierte a este simple gesto en una de las soluciones más efectivas para eliminar la retención de líquidos. Si todavía te cuesta, empieza poco a poco y recuerda que, con litro y medio al día, tienes más que suficiente para combatir esa retención.
Toma alimentos drenantes. Introducir en tu dieta alimentos drenantes es una de las claves para evitar la retención de líquidos. El pepino, la alcachofa, la col, el apio o la cebolla son alimentos ricos en sustancias diuréticas como el potasio, el sodio, la fibra y el agua. La piña es uno de los alimentos más beneficiosos y recomendados por los especialistas para combatir la retención, ya que se compone de agua en un 85%.
Vigila los platos preparados. Cuando no tenemos tiempo para preparar nuestras comidas diarias, la opción más fácil es recurrir a los platos preparados. Es muy probable que estos contengan alimentos procesados y más sal de la recomendada por lo que se pueden convertir en el mejor amigo de la retención de líquidos. ¿Aún no conoces los platos preparados saludables de Drink6? No solo están riquísimos y listos para calentar y servir, sino que incorporan los alimentos y nutrientes necesarios para eliminar líquidos.
Incorpora a la dieta alimentos antiinflamatorios. Los alimentos antiinflamatorios ayudarán a tu organismo a disminuir la producción de sustancias que estimulan la inflamación de los tejidos y, como consecuencia, evitarán la retención de líquidos. Las verduras, la cúrcuma, la piña, los frutos secos, las legumbres y el pescado graso, son algunos de ellos.
Camina 10.000 pasos al día. Caminar es una de las actividades físicas más útiles para evitar que tu cuerpo retenga más líquidos de lo habitual. Al hacerlo, la circulación sanguínea comienza a fluir con más agilidad y, como consecuencia, los líquidos se reparten de forma más equilibrada.