La colitis ulcerosa (CU) es una enfermedad inflamatoria crónica del intestino de causa desconocida que afecta generalmente al recto y al resto del colon, en mayor o menor medida. Aunque suele diagnosticarse en gente joven, puede aparecer a cualquier edad, según la Revista Española de Enfermedades Digestivas.
La forma habitual de evolución es como periodos de actividad (brotes), intercalados con fases asintomáticas (remisión). Otras personas presentan una forma crónica, con síntomas continuos de más de 6 meses a pesar de tratamiento óptimo. Finalmente, la forma fulminante cursa con una complicación grave, como una hemorragia, una perforación o una dilatación del colon (megacolon).
Estos pacientes suelen perder peso, al tener menos apetito y por el aumento del catabolismo (la degradación de tejido) durante los brotes y/o infecciones, por lo que es muy importante asegurar un aporte correcto de proteínas y calorías para evitar la malnutrición, sobre todo en niños y adolescentes para que no se produzca un retraso en el crecimiento.
La alimentación en la Colitis Ulcerosa debe ser inmunoestimulante y aportar los micronutrientes que pueden ver disminuida su absorción como zinc, selenio, vitaminas A, C y E
La intervención nutricional se basa en una valoración del estado nutricional para determinar si existe malnutrición. Además se debe intentar reducir la inflamación para acelerar la remisión del brote o evitar nuevos brotes en caso de estar en una etapa asintomática.
La alimentación en la Colitis Ulcerosa debe ser inmunoestimulante y aportar los micronutrientes que pueden ver disminuida su absorción como zinc, selenio, vitaminas A, C y E. De esta manera se previenen posibles infecciones.
DIETA DURANTE UN BROTE
En la fase de brote, tu cuerpo presenta un hipercatabolismo, es decir quema muchas calorías de lo normal para intentar “reparar” y desinflamar las zonas afectadas. La alimentación en la colitis ulcerosa de esta fase debe ser hipercalórica (alta en calorías), hiperproteica (alta en proteínas), hipolipídica (muy baja en grasas), con un bajo contenido en fibra, antiinflamatoria, hidratante y de fácil digestión.
La dieta debes fragmentarla en 5-6 comidas ligeras de poco volumen para facilitar su digestión. Los alimentos mejor tolerados suelen ser pescado blanco, pollo, jamón asado, fiambre de pavo, jamón cocido, arroz blanco, pasta sin gluten, patata cocida y pan sin gluten. El huevo depende mucho de la tolerancia individual.
Es conveniente que bebas al menos 2 litros de agua para hidratar la mucosa y compensar las pérdidas por fiebre, sudor y el hipercatabolismo. También sirven infusiones, caldos y sopas. No consumas café, picantes, alcohol, sorbitol (caramelos, chicles, bebidas light o zero) ni alimentos ricos en fibra insoluble como frutas con piel, vegetales crudos o cereales integrales. mejor la fibra insoluble (manzana o pera asada, membrillo, patata y zanahoria cocida) Tampoco consumas durante el brote de colitis ulcerosa, gluten ni lactosa pues sus proteínas son de más difícil digestión.
La dosis de aceite diaria recomendada es una cucharada sopera. Evita otras grasas como bollería, nata, quesos, carnes rojas, embutidos, mantequilla y margarina.