La retinopatía diabética es una complicación grave de la diabetes que afecta a los vasos sanguíneos que irrigan la retina y que ocasiona en está un daño grave al que acompaña una pérdida de visión, hasta el punto de que esta enfermedad constituye una de las principales causa de ceguera en los países desarrollados, según explica Sanitas.
Los dos factores que determinan la aparición de la enfermedad son por un lado que no se controle la diabetes como es debido y por otro el hecho de que se lleve sufriendo la enfermedad durante mucho tiempo. El 80% de los pacientes con diabetes tipo 1 y el 84% de los que tienen diabetes de tipo 2 tienen riesgo de sufrir esta enfermedad.
SINTOMAS
Es muy común estar sufriendo la enfermedad y no ser consciente de ello, ya que en muchas ocasiones no se presentan síntomas de ningún tipo en las primeras fases de la enfermedad. Estos se van incrementando a medida que se empeora llegando a notar síntomas como: visión borrosa, visión que cambia de borrosa a clara, pérdida gradual de la visión, moscas volantes, dificultades para ver por la noche o en lugares poco iluminados y visión con sombras.
Los dos factores que determinan la enfermedad son el poco control de la diabetes y el paso del tiempo con la enfermedad presente.
¿Y cuál es la etapa inicial? Se conoce con el nombre de retinopatía diabética no proliferativa. En esta fase se pueden producir diferentes alteraciones en el ojo. Algunas de las más comunes son:
- Microaneurismas. Son pequeñas protuberancias que se forman los vasos que llevan la sangre a la retina y que pueden ocasionar algún escape de líquido.
- Hemorragias en la retina del ojo.
- Inflamación de la mácula. Es la causa más frecuente de pérdida de visión en personas diabéticas.
- Isquemia macular. la mácula no recibe suficiente sangre a causa de que se cierran u obstruyen los vasos sanguíneos que la riegan, lo que hace que la visión se torne borrosa.
Cuando la enfermedad ha avanzado y los síntomas son más frecuentes, entonces se conoce con el nombre de retinopatía diabética proliferativa.
En estos casos se puede perder parte de la visión central y periférica. Es muy importante que en el momento en que se comienzan a generar los primeros síntomas que puedan hacer sospechar de sufrir la enfermedad se vaya al médico para iniciar el tratamiento.