"La conjuntivitis es una inflamación o una infección en la membrana transparente (conjuntiva) que recubre el párpado y la parte blanca del globo ocular. Cuando los pequeños vasos sanguíneos de la conjuntiva se inflaman, se hacen más visibles. Esto es lo que hace que la parte blanca del ojo se torne rojiza o de color rosa", explican desde Mayo Clinic.
Los síntomas más frecuentes se pueden clasificar en los siguientes:
Enrojecimiento en uno o ambos ojos
Picazón en uno o ambos ojos
Una sensación arenosa en uno o ambos ojos
Secreción en uno o ambos ojos que forma una costra durante la noche, la cual puede impedir que abras un ojo o ambos a la mañana
Lagrimeo
La causa más frecuente de la conjuntivitis es una infección bacteriana o viral, una reacción alérgica o, en bebés, un conducto lagrimal parcialmente abierto.
Tal y como explican en Mayo Clinic, los factores de riesgo de conjuntivitis comprenden los siguientes: la exposición a un elemento que te provoque alergia (conjuntivitis alérgica), la exposición a una persona infectada con conjuntivitis viral o bacteriana y la utilización de lentes de contacto, en especial, las de uso prolongado.
¿QUÉ HACER?
''En las conjuntivitis infecciosas es recomendable prevenir el contagio de otra persona infectada, evitando el contacto directo y teniendo cuidado con sábanas, toallas, delineadores de ojos, máscara de pestañas y otros elementos que se compartan en la vida diaria. Es importante conocer que las conjuntivitis víricas se contagian antes de la aparición de los síntomas, por lo que se debe tomar extrema precaución en el caso de sospecha ya que cualquier persona en contacto con el enfermo se puede contagiar. Para reducir el riesgo de contagio es imprescindible implementar unas sencillas pautas de higiene: lavarse las manos con frecuencia con agua tibia y jabón; evitar frotarse o tocarse los ojos así como compartir maquillaje, lentes de contacto, gafas, etc'', señalan desde el Hospital Universitario General de Cataluña