La conjuntivitis es una de las afecciones del ojo más frecuentes y tratables en el mundo que puede afectar tanto a niños como adultos. Es una inflamación de la conjuntiva, la membrana fina y transparente que recubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo. Esta inflamación hace más visibles los vasos sanguíneos, lo que le da al ojo un color rosado o rojizo.
Según el Hospital Universitario General de Cataluña, la conjuntivitis suele producir síntomas como sensación de arenilla, picor, irritación, ardor o escozor; enrojecimiento o inflamación; secreción ocular transparente, blanca, amarilla o incluso verde; legañas en párpados o pestañas; aumento de las lágrimas e incomodidad o desplazamiento de los lentes de contacto.
La causa más frecuente de la conjuntivitis es una infección bacteriana o viral, una reacción alérgica o, en bebés, un conducto lagrimal parcialmente abierto.
Existen varios tipos de fármacos tópicos (en gotas) enfocados a tratar el origen de la conjuntivitis como son los antibióticos para las bacterianas y antihistamínicos para las alérgicas
Tal y como explican en Mayo Clinic, los factores de riesgo de conjuntivitis comprenden los siguientes: la exposición a un elemento que te provoque alergia (conjuntivitis alérgica), la exposición a una persona infectada con conjuntivitis viral o bacteriana y la utilización de lentes de contacto, en especial, las de uso prolongado.
La conjuntivitis se trata en función de la causa que la produzca. Para ello, existen varios tipos de fármacos tópicos (en gotas) enfocados a tratar el origen de la conjuntivitis como son los antibióticos para las bacterianas y antihistamínicos para las alérgicas. Generalmente, la gran mayoría, mejoran con el uso de antiinflamatorios tópicos (corticoides o AINEs).
''En las conjuntivitis infecciosas es recomendable prevenir el contagio de otra persona infectada, evitando el contacto directo y teniendo cuidado con sábanas, toallas, delineadores de ojos, máscara de pestañas y otros elementos que se compartan en la vida diaria. Es importante conocer que las conjuntivitis víricas se contagian antes de la aparición de los síntomas, por lo que se debe tomar extrema precaución en el caso de sospecha ya que cualquier persona en contacto con el enfermo se puede contagiar. Para reducir el riesgo de contagio es imprescindible implementar unas sencillas pautas de higiene: lavarse las manos con frecuencia con agua tibia y jabón; evitar frotarse o tocarse los ojos así como compartir maquillaje, lentes de contacto, gafas, etc'', señalan desde el Hospital Universitario General de Cataluña
En el caso de las conjuntivitis alérgicas, que no son contagiosas, lo más recomendable es evitar la exposición al agente alérgeno. Si aun así aparece, se pueden utilizar colirios que prevengan la reacción alérgica.