El ictus es la interrupción o reducción del suministro de sangre a una parte del cerebro, lo que impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes causando la muerte de las células cerebrales en pocos minutos.
En España mueren 40.000 personas al año a causa de un ictus; de hecho, es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en varones, según la Federación Española de Ictus, que mantiene que la mayoría de casos de ictus, un 80%, se pueden evitar si se controlan los factores de riesgo.
La prevención es un factor determinante en el desarrollo de esta enfermedad y mantener un buen estado de salud es primordial. Por ello, los expertos del Servicio de Neurología del Hospital Universitari Sagrat Cor aconsejan: controlar la presión arterial (hipertensión); reducir la ingesta de colesterol y grasas saturadas en la dieta ya que se reduce potencialmente la acumulación en las arterias; dejar de fumar, si se es fumador; controlar la diabetes, mantener unos niveles de glucosa en sangre adecuados; mantener un peso saludable, ya que el sobrepeso es uno de los principales factores de riesgo; seguir una dieta rica en frutas y verduras; hacer ejercicio de forma regular (el ejercicio aeróbico reduce el riesgo de accidente cerebrovascular); y reducir el consumo de alcohol.
El ictus es la interrupción o reducción del suministro de sangre a una parte del cerebro, lo que impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes
¿Cómo se manifiesta un ictus? La Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) destaca que de forma muy diversa según la zona dañada por la lesión del vaso. ''A veces la persona pierde la fuerza o la movilidad de un hemilado del cuerpo, o una extremidad, localizadas en el lado opuesto al de la lesión del cerebro. En otras puede haber crisis convulsivas, inestabilidad, mareo, dificultades para hablar, o no se entiende lo que dicen, o hablan en exceso (verborrea)'', añade.
Según el Hospital Ruber Internacional, hay dos tipos de enfermedades vaculares del cerebro: ictus isquémico o infarto cerebral e ictus hemorrágico o hemorragia cerebral.
El primero está ''originado por la obstrucción de un vaso, debida a dos causas principales: la arterioesclerosis y las embolias de origen cardiaco. La arterioesclerosis favorece la formación de trombos en la pared de los vasos. Las embolias de origen cardiaco se producen cuando el corazón presenta alteraciones en sus válvulas o trastornos del ritmo cardiaco (arritmias), que facilitan la formación de coágulos en el corazón, que pueden llegar hasta el cerebro. El ictus isquémico representa el 85% de los ictus'', explican desde el Hospital Ruber Internacional.
Por su parte, el segundo se produce por la rotura de una arteria y constituye el 15% de los casos de ictus.