"La fiebre es un aumento de la temperatura corporal. Por lo general, es un signo de infección. La fiebre en sí misma generalmente es inofensiva y probablemente útil. Las fiebres generalmente no necesitan tratamiento", explican desde Mayo Clinic.
No se puede considerar "fiebre" a la misma temperatura en niños y adultos. Cuando hablamos de niños, decimos que tiene fiebre siempre que su temperatura corporal se encuentre por encima de los 38ºC si se mide en las nalgas, 37.5ºC si lo hacemos en la boca o 37.2ºC si por el contrario se recurre al método tradicional y se mide en la axila.
Por el contrario, en los adultos, se considera fiebre cuando la temperatura corporal se encuentra entre los 37.2 y los 37.5 ºC, aunque dependiendo de la hora del día a la que se tome. En este caso, para bajar la temperatura, desde Mayo Clinic, recomiendan tomar alguna de las siguientes recomendaciones:
Bebe mucho líquido para mantenerte hidratado.
Usa ropa liviana.
Usa una manta liviana si sientes frío, hasta que pasen los escalofríos.
Toma paracetamol (Tylenol, otros) o ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros). Sigue las instrucciones de la etiqueta.
En los adultos, se considera fiebre cuando la temperatura corporal se encuentra entre los 37.2 y los 37.5 ºC, aunque dependiendo de la hora del día
Aunque, aparentemente, la fiebre es un problema que se puede tratar desde casa, lo cierto es que en muchas ocasiones las medidas tomadas en casa son insuficientes porque no consiguen reducir la temperatura corporal. Siempre que se presenten alguno de los siguientes síntomas es momento de visitar al médico de urgencias:
Dificultad para respirar
Dolor de cabeza intenso
Confusión o agitación
Vómitos reiterados
Boca seca, orina oscura o en poca cantidad, negación a beber líquidos, lo que puede indicar deshidratación
Sarpullidos
Dificultad para tragar líquidos
Dolor al orinar o dolor en la espalda