El reflujo gastroesofágico se produce cuando el esfínter esofágico inferior (EEI) no funciona como corresponde y permite que el ácido retroceda y queme la porción inferior del esófago. Tal y como señalan desde QuirónSalud, esto irrita e inflama al esófago, y ocasiona la sensación de acidez, y con el tiempo puede incluso dañar el esófago. Se suele acompañar de la existencia de una hernia de hiato, es decir el estómago asciende a la cavidad torácica en distintos grados, aunque no necesariamente.
Los síntomas más comunes son:
La pirosis, que es la sensación de ardor o quemazón retroesternal.
Las regurgitaciones que son el retorno del contenido del estómago a la boca.
Y otros como el dolor abdominal epigástrico, el dolor torácico, la afonía, la tos sin causa aparente, asma bronquial, faringitis y los problemas de sueño.
Esta enfermedad es benigna y en la mayoría de pacientes no presentarán complicaciones, en ocasiones la persistencia e intensidad de los síntomas puede afectar negativamente a la calidad de vida e interferir con las actividades de la vida diaria.
SOLUCIÓN
La cirugía laparoscópica es altamente eficaz para el tratamiento del reflujo gastroesofágico y elimina de forma definitiva la toma de medicamentos en la mayoría de los casos que, a la larga ocasionan efectos secundarios. Se realiza bajo anestesia general y consiste en construir un manguito completo o parcial con la parte alta del estómago alrededor del esófago, colocándolo debajo del diafragma.