Sentir ansiedad en algún momento de la vida es algo normal, ya que esta nos permite mantenernos en alerta para afrontar los retos que tenemos por delante. El problema viene cuando el sistema de respuesta a la ansiedad se desborda y no funciona correctamente.
''Más concretamente, la ansiedad es desproporcionada con la situación e incluso, a veces, se presenta en ausencia de cualquier peligro ostensible. El sujeto se siente paralizado con un sentimiento de indefensión y, en general, se produce un deterioro del funcionamiento psicosocial y fisiológico. Se dice que cuando la ansiedad se presenta en momentos inadecuados o es tan intensa y duradera que interfiere con las actividades normales de la persona, entonces se la considera como un trastorno'', señala la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
''No está del todo claro cuáles son las causas de los trastornos de ansiedad. Ciertas experiencias de vida, como acontecimientos traumáticos, parecen provocar los trastornos de ansiedad en personas que ya son propensas a la ansiedad. Los rasgos heredados también pueden ser un factor'', añaden en Mayo Clinic.
Son muchas las personas que se despiertan en mitad de la noche sin un desencadenante aparente y empiezan a experimentar algunos síntomas de la ansiedad
La ansiedad se manifiesta a nivel emocional y a nivel físico, por lo que es importante reconocer los síntomas y acudir al médico en cuanto se detectan, ya que una persona con ansiedad puede considerarlos como signos de una enfermedad grave y, por tanto, empeorar el trastorno de ansiedad, según la SEMI.
En este sentido, los síntomas más frecuentes son: nerviosismo, taquicardias, sudoración, temblores, cansancio, dificultad de concentración, problemas gastrointestinales, falta de aire… También, otro signo que padecen muchas personas con ansiedad es la dificultad para conciliar el sueño.
De hecho, son muchas las personas que se despiertan en mitad de la noche sin un desencadenante aparente y empiezan a experimentar algunos síntomas. Por lo general, estos ataques duran solo unos pocos minutos, ''pero puede llevar un tiempo calmarse y conciliar nuevamente el sueño después de un episodio'', explica Mayo Clinic.