La hematuria es la presencia de sangre en la orina. Existen dos tipos: hematuria macroscópica, cuando una persona puede ver la sangre en su orina; y hematuria microscópica, cuando una persona no puede ver la sangre en la orina, pero se ve bajo el microscopio.
Según Mayo Clinic, la hematuria macroscópica produce orina de color rosa, rojo o amarronado, que se debe a la presencia de glóbulos rojos. Se necesita muy poca sangre para que la orina se torne roja, y el sangrado no suele ser doloroso. Sin embargo, expulsar coágulos sanguíneos en la orina puede ser doloroso.
La hematuria macroscópica produce orina de color rosa, rojo o amarronado, que se debe a la presencia de glóbulos rojos
Tal y como explica el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos, entre las razones por las cuales las personas pueden tener sangre en la orina se incluyen: ejercicio intenso, afección vírica, actividades sexuales, menstruación, endometriosis o infección en la vejiga, el riñón o la próstata.
Asimismo, entre las razones más graves por las cuales las personas pueden tener hematuria se incluyen: cáncer de vejiga o de riñón, trastornos de coagulación sanguínea, como la hemofilia, anemia de células falciformes, enfermedad poliquística del riñón e inflamación del riñón, la uretra, la vejiga o la próstata.
''Las siguientes pruebas y exploraciones juegan un papel fundamental en la búsqueda de la causa del sangrado urinario: exploración física, análisis de orina, pruebas de diagnóstico por imágenes y cistoscopia''.
''Según la afección que provoca la hematuria, el tratamiento podría consistir en tomar antibióticos para eliminar una infección de las vías urinarias, probar un medicamento recetado para reducir una próstata agrandada o aplicar una terapia de onda de choque para disolver cálculos en la vejiga o cálculos renales. En algunos casos, no se necesita tratamiento'', concluyen en Mayo Clinic.