La Asociación Americana de Psiquiatría define la cardiofobia como un miedo excesivo e irracional al corazón o, de forma más común, a tener o desarrollar una enfermedad cardíaca. La cardiofobia consiste en un tipo de fobia a la enfermedad o “nosofobia”. ¿Cómo identificar la cardiofobia?
El paciente experimentará una elevada activación fisiológica, manifestada en taquicardias, sudoración, náuseas, ante la idea de contraer una enfermedad cardíaca. Es destacable que algunos de estos síntomas, como la elevación de la presión arterial o las taquicardias podrían confundir al paciente al malinterpretar sus síntomas y hacerle creer que está comenzando a sufrir la enfermedad. Por eso, es importante diferenciar una crisis de pánico de un infarto.
Los síntomas de la cardiofobia son la ansiedad, mareos, taquicardias, hiperventilación, sudor, desmayos, temblores y en casos extremos perder el control del cuerpo
Evitación de factores de riesgo para la enfermedad cardíaca como el consumo de sal o exposición al humo del tabaco. El paciente puede evitar incluso ir al médico o hablar sobre enfermedades cardíacas. Además, posible aparición de pensamientos y creencias irracionales relacionadas con la enfermedad.
CAUSAS DE LA CARDIOFOBIA
¿Por qué siento que me va a dar un infarto? Aunque consideramos, desde los modelos biopsicosociales, que hay múltiples causas que contribuyen al desarrollo y mantenimiento de las fobias a nivel biológico, psicológico y social, exponemos a continuación algunas teorías clásicas que nos han ayudado a comprender la etiología de las fobias específicas.
- En primer lugar, desde las teorías del condicionamiento podemos exponer que la cardiofobia se desarrolla a raíz de un evento traumático como, por ejemplo, los problemas de salud cardíaca de familiares y allegados y cuyas consecuencias han sido graves para dicha persona.
- A partir de ese momento, la persona evita todos aquellos factores que pueda (o crea que puedan) hacer que desarrolle la enfermedad cardíaca. Esta evitación aliviará los síntomas de ansiedad, lo que reforzará la conducta evitativa y hará que esta se repita.
- Por otro lado, si observamos que personas allegadas a nosotros temen la enfermedad cardíaca podemos adquirir también nosotros dicho miedo, lo que se conoce como condicionamiento vicario.
- Por último, debemos también tener en cuenta que las teorías biológicas establecen la predisposición a desarrollar determinados miedos que han sido importantes para la evolución humana.