Los dátiles son pequeños frutos que consumimos como fruta desecada y que poco a poco han ido entrando en nuestra cocina. Cada vez resulta más común encontrar dátiles en fruterías y supermercados pues se trata de un fruto que “está de moda”.
El hecho es que se trata de una fruta naturalmente desecada, por este motivo, su densidad nutricional es alta, puesto que en el proceso de desecación lo que ocurre es que disminuye la cantidad de agua del producto y se incrementan sus nutrientes. A nivel nutricional, destaca su contenido en azúcares, fibra (soluble e insoluble), potasio, calcio, hierro, así como provitamina A (betacaroteno), vitamina B3 y vitamina C.
Los dátiles podrían tener efecto prebiótico y mejorar la flora intestinal, siendo especialmente útiles para la salud del colon al mejorar la composición de la microbiota
Por ello, los dátiles son especialmente útiles para comer más sano al poder usarse como endulzante natural de muchas preparaciones. Sin embargo, su riqueza en fibra también podría ser de utilidad contra el estreñimiento y en deportistas su consumo podría resultar una muy buena fuente de energía concentrada.
Los dátiles serían también de ayuda para prevenir enfermedades digestivas, metabólicas y degenerativas o provocadas por mutaciones genéticas como podrían ser patologías neurológicas, congénitas u otras.
Asimismo, debido a su gran cantidad de fibra, los dátiles podrían tener efecto prebiótico y mejorar la flora intestinal, siendo especialmente útiles para la salud del colon al mejorar la composición de la microbiota y también, al actuar como antiproliferativo de células de cáncer de colon como se ha observado in vitro.