La cereza es el único fruto de hueso que si se recolecta antes de tiempo no madura fuera del árbol. Por lo tanto, se debe cosechar en el momento oportuno. En concreto, las cerezas maduran desde finales de primavera hasta principios de verano, siendo un periodo muy corto de recolección, en comparación con otros árboles frutales.
Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), la cereza es rica en hidratos de carbono, principalmente azúcares simples como fructosa, glucosa y sacarosa, si bien su valor calórico es moderado respecto al de otras frutas. Aporta cantidades considerables de fibra, que mejora el tránsito intestinal.
La cereza es el único fruto de hueso que si se recolecta antes de tiempo no madura fuera del árbol
En lo que se refiere a su contenido en vitaminas, están presentes -en pequeñas cantidades-: vitamina C, tiamina, folatos y provitamina A.
Asimismo, explica la FEN, tiene cantidades importantes de potasio y en menor proporción, magnesio, hierro, fósforo y calcio; este último de peor aprovechamiento que el que procede de los lácteos u otros alimentos que son buena fuente de dicho mineral.
''En su composición cabe destacar la presencia de compuestos bioactivos como las antocianinas (localizadas en la porción carnosa de la fruta), monoterpenos, concretamente, alcohol perílico y flavonoides (ácido elágico)'', concluye la FEN.