La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recomiendan ingerir al menos 400 g de frutas y verduras de forma diaria (no incluyendo las patatas y otros tipos de tubérculos) para prevenir diversas enfermedades y carencias de micronutrientes.
Y es que, las enfermedades crónicas más frecuentes en individuos con un bajo consumo de frutas y verduras son las cardiopatías, el cáncer, la diabetes y la obesidad.
Las enfermedades crónicas más frecuentes en individuos con un bajo consumo de frutas y verduras son las cardiopatías, el cáncer, la diabetes y la obesidad
Una de las frutas con más beneficiosos para la salud es el plátano. Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), en su composición destaca su riqueza en hidratos de carbono (20%). En el plátano inmaduro el hidrato de carbono mayoritario es el almidón, pero a medida que madura, este almidón se va convirtiendo en azúcares sencillos como sacarosa, glucosa y fructosa.
Por ello, el plátano es una fruta suave y bastante digerible siempre que esté maduro. Sin embargo, el almidón hace al plátano verde difícil de digerir, resultando indigesto y pudiendo originar flatulencias y dispepsias.
Además, destaca la FEN, el plátano contiene inulina y otros fructooligosacáridos no digeribles por las enzimas intestinales, que alcanzan el tracto final del intestino y tienen efectos beneficiosos sobre el tránsito intestinal. El plátano es fuente de potasio que contribuye al funcionamiento normal de los músculos. En cuanto a las vitaminas, el plátano es fuente de vitamina B6, la cual contribuye al funcionamiento nomal del sistema nervioso.
Un plátano cubre el 30% de las ingestas recomendadas de esta vitamina para hombres de 20 a 39 años con actividad física moderada.