Cuando preparamos una ensalada, hay una serie de alimentos que nunca pueden o suelen faltar: lechuga, tomate, cebolla, maíz y atún (en algunos casos), frutos secos como las nueces o incluso el pepino. Se trata de una hortaliza, que aunque estamos acostumbrados a consumirla en mayor cantidad durante el verano, durante el resto del año también es posible gracias a los invernaderos que han proliferado de modo extraordinario en la costa sur de la península y en las islas Canarias.
''Los pepinos se consumen frescos en ensaladas, o acompañados de una salsa de yogur. También se consumen como encurtidos, en forma de pepinillos. Los pepinos vendidos para el consumo directo suelen presentar una piel dura, mientras que los utilizado para encurtido necesitan ser de cubierta fina y relativamente tierna. Son cosechados en un estado relativamente inmaduro'', señala la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
En cuanto a sus propiedades, según la Fundación Española de la Nutrición, el pepino es una hortaliza de bajo contenido calórico debido a su reducido contenido en hidratos de carbono, en comparación con otras hortalizas, y a su elevado contenido de agua.
BENEFICIOS
Es bueno para el cerebro. Gracias a la cantidad de flavonol que contiene, un antioxidante que favorece la conectividad neuronal, es un alimento fundamental para el correcto funcionamiento del cerebro.
Ayuda a perder peso. Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), el pepino es un alimento con un bajo aporte calórico y una gran cantidad de agua, por lo que si buscar perder peso se puede convertir en un gran aliado gracias a sus efectos diuréticos.
Bueno para la piel. ¿Cuantas veces nos hemos puesto una rodaja de pepino en los ojos para reducir bolsas y ojeras?
Protege el corazón y previene la hipertensión. Gracias al potasio, ayuda a regular la presión arterial.
El consumo de 125 g de pepino cubre el 16% de las ingestas recomendadas para la población de estudio.