Perteneciente al grupo de mariscos y derivados, los mejillones son una de las opciones más saludables de este grupo y se pueden cocinar con o sin concha.
Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), del mejillón destaca el aporte de proteínas de buena calidad, aunque en cantidad algo inferior a las del resto de los moluscos. Contiene muy poca cantidad de grasa, por lo que su valor calórico no es muy elevado (100 g de porción comestible de mejillones aporta 60 Kcal).
El mejillón destaca el aporte de proteínas de buena calidad, aunque en cantidad algo inferior a las del resto de los moluscos
De su contenido en minerales el selenio es el más destacado, siendo los aportes de una ración casi suficientes como para cubrir el total de las ingestas de selenio recomendadas al día para mujeres en edades comprendidas entre los 20 y 39 años y actividad física moderada.
''En segundo lugar, destacan los aportes de hierro, fósforo y yodo. El hierro que contienen -4,5 g por 100 g de carne de mejillón- es superior incluso al de muchas carnes como la de cerdo o ternera, si bien hay que tener en cuenta que los mejillones se consumen en cantidades inferiores a las carnes, y con menos frecuencia'', explica la FEN.
Por otro lado, ''es fuente de vitaminas del grupo B, con aportes de vitamina B12 muy por encima de sus IR/día. Y de las vitaminas liposolubles, solo destacamos los contenidos discretos en vitaminas E'', añade la FEN.
Todas estas propiedades hacen que los mejillones sean muy beneficiosos para prevenir la anemia, mejorar la salud cardiovascular, controlar el peso y favorecer el desarrollo de los músculos.