Dar un paso tras otro con la ayuda de dos bastones: al contrario de lo que parece, el nordic walking no es solo un anglicismo para definir ''caminar con el soporte de dos palos'', es mucho más.
Se trata de una disciplina deportiva bastante técnica y con muchos beneficios para salud. Consiste en caminar, acompañando la zancada con la ayuda de dos bastones, que, a su vez, ayudan a impulsar y acelerar el ritmo.
Para hacerlo correctamente, hay que alargar todo lo posible los brazos a la hora de estirarlos y contraerlos cuando se balancean para caminar. Otros detalles técnicos que requiere este deporte, es el de movimientos amplios con los brazos y que el punto donde se apoya el palo coincida con el punto de gravedad del cuerpo.
Al contrario que otros deportes como el trekking con desnivel o la escalada, la marcha nórdica minimiza mucho la opción de lesionarse
¿Cuáles son sus beneficios? ''Con el nordic walking, se gasta más del 20% de energía que caminando y si se hace bien, se acaba moviendo el 90% del sistema muscular. Si se combina con una dieta saludable y adecuada, esta ejercitación de los músculos contribuye a incrementar las calorías que se queman'', destacan desde Calafell.
También,al contrario que otros deportes como el trekking con desnivel o la escalada, la marcha nórdica minimiza mucho la opción de lesionarse; combate problemas posturales; y refuerza los huesos sin dañar las articulaciones.
Asimismo, Inma Blanquer, directora del Centro Assari, señala que esta técnica es muy recomendada para mujeres que padecen o han padecido cáncer de mama debido a que exige mover los brazos hacia adelante y hacia atrás de una manera enérgica, lo que constituye un ejercicio perfecto cuando te han extirpado los ganglios linfáticos axilares por un cáncer de mama. Este movimiento se convierte en una ''rehabilitación'' de una linfadenectomía y es la mejor manera de prevenir un linfedema.