Cada español consume de media 73 litros de leche líquida anualmente, 15 kg de yogures y leches fermentadas, 8 kg de queso y 300 gramos de mantequilla.
De hecho, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), España es el quinto país de Europa en consumo de leche, tras Finlandia, Suecia, Irlanda y Holanda.
Por otro lado, tal y como destaca la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), más de 6.000 millones de personas en el mundo consumen leche y productos lácteos, además el 85% de la producción mundial corresponde a leche de vaca.
Y es que, la leche es uno de los productos con más cualidades nutritivas a pesar de que el agua es su componente mayoritario. ''Uno de los aspectos que más destaca en este alimento es la cantidad y calidad de sus proteínas; suponen un 3,5% de su peso, pero tienen unas características biológicas que las hacen extraordinariamente útiles para el ser humano, por encima incluso de las proteínas de la carne y del pescado'', detalla la Fundación Española del Corazón.
La leche es uno de los productos con más cualidades nutritivas a pesar de que el agua es su componente mayoritario
''Otro aspecto importante es la cantidad de sales minerales (calcio, fósforo y magnesio), muy importantes para la masa ósea y muscular tanto en edades de desarrollo como de mantenimiento en la etapa adulta'', añade la Fundación Española del Corazón.
Asimismo, la leche es una buena fuente de vitaminas del grupo B, A y D, que suelen estar disminuidas en las leches bajas en grasa.
Por todo ello, desde la infancia se debe consumir en torno a medio litro diario de leche, que puede ser liquida o fermentada (yogur, quesos...). El Ministerio de Sanidad detalla que ''es recomendable elegir productos lácteos de bajo contenido en grasas (semidesnatados o desnatados), porque la grasa de la leche es de origen animal y, por tanto, contiene mucho colesterol''.