Las crucíferas son verduras del género Brassica e incluyen alimentos como la coliflor, el brécol, las coles de Bruselas, el repollo, los nabos, los rábanos, la col rizada o berza, los berros y otras verduras de hoja verde oscuro. Estos vegetales son ricos en nutrientes muy importantes para la salud como:
- Carotenoides. Antioxidantes encargados de dar a las frutas y verduras sus colores característicos. A este grupo pertenecen la luteína, la zeaxantina y el betacaroteno. Los dos primeros elementos han demostrado su papel fundamental en la protección de la salud visual y el betacaroteno es un antioxidante que ayuda a la piel a protegerse de la acción de los radicales libres y a reducir el riesgo de quemaduras solares. También interviene en la prevención de las cataratas y contribuye a mantener una buena salud cardiovascular y ósea.
- Vitaminas C, E y K. Estos micronutrientes ayudan a combatir los daños causados por la oxidación celular. En concreto, la vitamina C ayuda a mantener la piel jugosa y saludable y además es una gran aliada de la salud bucodental. La vitamina E, también conocida como tocoferol, interviene en la formación de los glóbulos rojos y en la síntesis de vitamina K, necesaria para regular la coagulación sanguínea y para el mantenimiento de los huesos.
- Folatos. Los folatos son vitaminas del grupo B, concretamente vitamina B9, aunque es más conocida la denominación como ácido fólico. Este nutriente es esencial para proteger la salud cardiovascular y prevenir defectos del tubo neural, como la espina bífida. De ahí que las mujeres que están pensando en quedarse embarazadas tengan que tomar suplementos de este nutriente desde al menos tres meses antes de concebir y durante al menos el primer trimestre de gestación.
Además de estos compuestos, las verduras crucíferas son ricas en minerales, fibra y otros elementos químicos con azufre denominados glucosinolatos, causantes del penetrante olor característico de estos vegetales, así como de su sabor amargo. Durante la masticación y la digestión, estos glucosinolatos se descomponen en otros químicos que en algunas investigaciones han demostrado tener actividad antitumoral.