Al igual que ocurre al lavarse el cabello, la temperatura que utilices para limpiar tu piel también influye. En este sentido, la marca de suplementos Altrient detalla que lo mejor es utilizar agua fría o templada para la piel.
Y es que, el agua caliente puede desembocar en una mayor deshidratación, ya que esta elimina los aceites naturales que protegen la piel.
Durante los meses de frío, la hidratación de la piel es fundamental, ya que las bajas temperaturas pueden provocar sequedad debido a la falta de humedad
Asimismo, la temperatura ambiente también influye en la apariencia de la piel, sobre todo en otoño, una época del año en la que es muy frecuente la calefacción. ''El otoño es la época en la que uno se empieza a resguardar del frío bajo el confort de la calefacción, pero esto no es del todo bueno… El calor reseca el ambiente y, con ello, la piel, por lo que no es recomendable abusar de ella'', detallan desde Altrient.
En este sentido, durante los meses de frío, la hidratación de la piel es fundamental, ya que las bajas temperaturas pueden provocar sequedad debido a la falta de humedad, rojeces a consecuencia de la dilatación de los vasos sanguíneos por los choques térmicos o un tono más apagado por la falta de oxigenación y acumulación de células muertas.
Así, el equipo de expertos de C+E Max siempre recomienda una correcta hidratación, tanto por dentro como por fuera. La ingesta de la cantidad necesaria de agua y una hidratante indicada para las necesidades de cada piel son dos básicos sin los que una rutina nunca podrá ser eficaz. Además, si de forma diaria se suma un plus de colágeno, la piel se reafirmará desde dentro luciendo más joven e hidratada por fuera.