El ácido fólico o folato es una vitamina que pertenece al grupo B, por lo que se habla también de vitamina B9. Es fundamental para la formación de las células, ayuda a prevenir las anemias y a mantener la piel sana.
Durante el embarazo, el ácido fólico tiene numerosos beneficios. Entre los que se pueden destacar:
Reducir las malformaciones del feto. Es decir, disminuyen los riesgos de que el bebé tenga espina bífida, anencefalia y otros problemas del cerebro o de la columna vertebral.
Prevenir cardiopatías.
Reducir las posibilidades de un parto prematuro.
Es un tipo de vitamina que la podemos encontrar en muchos alimentos como las verduras de hojas verdes (lechuga, espinacas, canónigos o acelgas), en las frutas como la naranja o el melón, en los cereales o el hígado.
¿PARA QUE SIRVE EL ÁCIDO FÓLICO?
Algunas de las aplicaciones más habituales para las que se puede utilizar el ácido fólico son las siguientes:
Contribuir al crecimiento de las células y los tejidos
Ayuda a prevenir la hipertensión
Puede ayudar en la prevención del cáncer de colon o útero
Junto con la vitamina C y la vitamina B12 favorece la creación de proteínas
Colabora en la formación del ADN