Baclofeno se utiliza en adultos y niños de 4 años o más para reducir y aliviar la tensión muscular excesiva (espasmos) que ocurre en varias enfermedades como la parálisis cerebral, esclerosis múltiple, enfermedades de la médula espinal, accidentes cerebrovasculares y otros trastornos del sistema nervioso.
Según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), no debe usarse baclofeno si eres alérgico a él o a cualquiera de los demás componentes de este medicamento, o si tienes epilepsia no tratable.
Baclofeno se utiliza en adultos y niños de 4 años o más para reducir y aliviar la tensión muscular excesiva (espasmos)
Al igual que todos los medicamentos, este medicamento puede producir efectos adversos aunque no todas las personas los sufran. En este sentido, entre los frecuentes y muy frecuentes destacan: somnolencia, hipotonía, disminución del apetito, depresión, ansiedad, dolor de cabeza, insomnio, mareos, visión doble o borrosa, estreñimiento, náuseas, boca seca, urticaria, debilidad muscular, incontinencia urinaria, escalofríos y fiebre.
Por otro lado, añade la Aemps, entre los poco frecuentes están: deshidratación, intentos de suicidio, bradicardia, trombosis de las venas profundas, disminución del gusto, alopecia e hiperhidrosis.
Baclofeno solo puede ser administrado por médicos especialistas. Se administra por inyección directa en la médula espinal (punción lumbar), para lo cual se necesita un equipo médico especial. Por esta razón, es necesario que los pacientes estén hospitalizados al principio del tratamiento.