El ayuno intermitente es una limitación en mayor o menor medida de la ingesta calórica durante periodos regulares de tiempo, ya sean horas consecutivas diariamente o días alternos. Esta restricción calórica varía dependiendo del tipo de ayuno entre 0% a 25% de las necesidades energéticas diarias.
Según Álvaro Sánchez Jiménez, nutricionista del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, el más habitual es realizar un ayuno durante horas, o la alimentación con restricción de tiempo (TRE, time-restricted eating), que consiste en realizar un ayuno diario de 16 horas o más, por lo tanto, manteniendo una ventana de alimentación de 8 horas o menos diariamente, es decir, omitir la cena o el desayuno.
Otro modelo es realizar un semi-ayuno o ayuno alternado intermitente, en el que se realiza una restricción brusca en el consumo calórico a menos del 25% del consumo Kcal recomendado, o aproximadamente de menos de 800 Kcal diarias, 2 días a la semana alternos o 2 días no consecutivos. El resto de días la ingesta suele corresponder a la ingesta habitual o puede ser inferior o superior (125%) en función de los objetivos que se persiguen.
El ayuno intermitente es una limitación en mayor o menor medida de la ingesta calórica durante periodos regulares de tiempo, ya sean horas consecutivas diariamente o días alternos
En definitiva, el ayuno intermitente se refiere a realizar un ayuno completo, 2 días o más a la semana, no consecutivos, al ser tan restrictivo es el más difícil de realizar, y el que más inconvenientes puede producir.
¿CUÁLES SON SUS POSIBLES BENEFICIOS?
''El ayuno intermitente se asocia en algunos estudios en personas con obesidad y diabetes tipo 2, con una mayor pérdida de peso, volumen de cintura y grasa abdominal. Sin embargo no está demostrada una mayor pérdida de peso, o si la hay, no es una diferencia significativa, ni en el ayuno de >16h (TRE) ni en el ayuno de días alternos, en comparación con una dieta hipocalórica estándar'', detalla el experto.
Añade, además, que ''también se ha estudiado la posible relación del ayuno con: la regulación del apetito o el control de la ingesta a través del efecto en las señales de saciedad del sistema nervioso central; y la regulación de marcadores metabólicos e inflamatorios, y su relación con una posible mejora en hipertensión, dislipemias, diabetes, prevención de enfermedades degenerativas, envejecimiento y prevención de cáncer''.
Sin embargo ''no se observan mejoras en marcadores metabólicos, respecto una dieta hipocalórica convencional sin restricción horaria. Se necesitan más estudios de intervención aleatorizados, y a largo plazo para determinar los posibles beneficios del ayuno intermitente'', subraya Álvaro Sánchez Jiménez.
¿CUÁLES SON SUS INCONVENIENTES?
Al realizar una restricción de nutrientes significativa si se ha observado una pérdida de masa muscular relevante. Al igual que otros efectos derivados de la restricción como cambios en el comportamiento o el humor, dolor de cabeza, fatiga, o mareos.
''En estudios a largo plazo se ha observado que en las personas que realizan un ayuno intermitente empeora la adherencia al hábito de alimentación respecto a una dieta hipocalórica convencional. Se debe seguir investigando para valorar el posible efecto rebote y sus efectos sobre la salud'', explica el nutricionista.
En aquellas personas que tienen mayor compulsión, ansiedad, o alteraciones en saciedad no está recomendado, ya que este tipo de recomendaciones incluso puede aumentar el riesgo de desarrollar un trastorno de conducta alimentaria, muy común en obesidad o en relación a una obsesión con el peso.