Todos alguna vez hemos sufrido ampollas o rozaduras en la piel los pies. Esta incómoda lesión puede impedirnos disfrutar de actividades tan cotidianas como dar paseos, salir a correr (sin notar dolor en cada paso), recorrer ciudades haciendo turismo o practicar nuestro deporte favorito.
Una ampolla es una acumulación de líquido transparente o sanguinolento resultado de un roce repetitivo, ya sea con el calzado o entre los dedos (piel con piel). Se trata de un mecanismo de defensa de la piel para proteger su tejido interior, ya que esta burbuja que surge de una zona irritada, se forma en la primera capa del piel conocida como epidermis.
Las ampollas y rozaduras se producen por una fricción repetitiva en una zona del pie
Las ampollas y rozaduras se producen por una fricción repetitiva en una zona del pie. Para su prevención, te damos cinco consejos a tener en cuenta y evitar así su aparición:
1. HIDRATACIÓN
Mantener la piel bien hidratada durante todo el año con cremas específicas de pies es fundamental para evitar rozaduras. La piel seca se rompe con mayor facilidad, por ello es más probable que aparezca una herida.
2. CALCETINES
Los calcetines son nuestros grandes aliados y se deben utilizar durante todo el año, incluso en verano, si vamos a salir a caminar o correr. En la actualidad, existen en el mercado calcetines confeccionados con materiales técnicos y sin costuras que ayudan a la transpiración y ventilación, creando unas mejores condiciones para evitar el roce y la humedad, aspecto importante para evitar lesiones en la piel.
3. CALZADO CORRECTO
El calzado es el elemento más importante y que más influye en la aparición de ampollas en los pies.
4. VASELINA
En muchas ocasiones, si estrenamos calzado o vamos a realizar una caminata muy larga es aconsejable emplear vaselina o lubricantes específicos conocidos en el mercado como crema anti-rozamientos, aplicando más cantidad en las zonas propensas a sufrir rozaduras.
Aplicar estos consejos en nuestro día a día será útil para evitar la aparición de ampollas y rozaduras en la piel de los pies. Además, también será positivo ir descalzos en casa y practicar ejercicios para estimular la musculatura intrínseca del pie ayudando así a la alineación de los dedos y logrando una piel más fuerte.