La microbiota es el conjunto de microorganismos beneficiosos que se encuentran en el cuerpo. Cada persona tiene una microbiota diferente, ya sea porque es hijo único o tiene hermanos, el tipo de lactancia, el uso de antibióticos en la infancia o incluso por factores geográficos.
''La microbiota es fundamental para tener una buena salud digestiva, ya que ayuda a proteger el aparato digestivo de otros microorganismos patógenos oportunistas (causantes de enfermedades), además de estimular el sistema inmunológico y ayudar a realizar parte de la digestión'', destaca la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD).
En este sentido, para cuidar de nuestra salud digestiva y nuestra flora intestinal, mantener una dieta equilibrada y unos correctos hábitos alimentarios es fundamental.
La microbiota es fundamental para tener una buena salud digestiva, ya que ayuda a proteger el aparato digestivo de otros microorganismos patógenos oportunistas
Por ello, desde la FEAD recomiendan una dieta diversa en frutas, verduras y fibra. Además, es imprescindible minimizar el uso de azúcares refinados y grasas saturadas, y tener cuidado con el alcohol y algunas especias.
Así, a la hora de hablar de dieta, es cuando aparecen conceptos como prebióticos y probióticos, que son esenciales que conozcamos y diferenciemos para poder ayudar a nuestra flora intestinal.
Los probióticos son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar las bacterias "buenas" (microbiota normal) del cuerpo. ''Se encuentran naturalmente presentes en algunos alimentos fermentados, agregados a algunos productos alimenticios y disponibles como suplementos dietéticos'', señala el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos.
Por otro lado, los prebióticos ''son alimentos (generalmente con alto contenido de fibra) que actúan como nutrientes para la microbiota humana. Los prebióticos se utilizan con la intención de mejorar el equilibrio de estos microorganismos'', detallan desde Mayo Clinic.