¿Cual es el momento adecuado para dar a mi bebé papillas? ¿Y fruta? Son dos de las preguntas más frecuentes que se hacen los padres y madre cuando su bebé va creciendo. Muchas veces, la leche materna o artificial es insuficiente y los niños necesitan el complemento de otro tipo de alimentos para seguir creciendo de la manera adecuada. Pero, ¿cual es el momento adecuado para darle cada tipo de comida?
Lo habitual es que a partir de los seis meses se puedan incorporar la mayoría de los alimentos. Según explican desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a partir de los seis meses es recomendable que los niños comiencen a tomar de una a dos cucharaditas de papilla o sopa espesa de cereales y verduras y que esa cantidad se vaya aumentando de forma paulatina hasta incluir una mayor cantidad de alimentos.
- A partir de los seis y siete meses, la alimentación complementaria se debe comenzar con una papilla o puré con verduras, cereales y una pequeña cantidad de carne molida de pollo, pavo o vacuno, pero todo sin grasa.
- Cuando el bebé tenga ocho meses, se deberán de comenzar a dar aquellos alimentos que el propio bebé pueda coger con la mano, como por ejemplo un plátano. Además, a partir del octavo mes también se recomienda comenzar a tomar legumbres pasadas por un pasapure. Es a partir de los nueve meses cuando se recomienda dar dos platos, un principal y en la merienda fruta.
- Se recomienda incorporar el pescado y los huevos a partir de los 10 meses
- Al año, la mayoría de los niños ya pueden comer las comidas consumidas por la familia, excepto las que contengan condimentos picantes o exceso de sal, estimulantes (café, té negro, bebidas gaseosas con cafeína, yerba mate)
RECOMENDACIONES
"Al iniciar la alimentación complementaria, además de la edad del niño, es necesario observar si su desarrollo es adecuado. En esta etapa aparecen los primeros dientes y empiezan a poder masticar y deglutir alimentos de consistencia semisólida. Cuando el niño comienza a comer alimentos de distintos sabores, olores y textura, que para él significan nuevas experiencias, lo más probable es que muestre preferencias y rechazos. Para evitar el rechazo o la preferencia exclusiva por algún alimento, es necesario crear un ambiente tranquilo y agradable a la hora de sus comidas, en lo posible libre de tensiones, juegos y elementos de distracción como la televisión", indican desde FAO.