El desodorante es uno de esos productos que usamos día tras día en nuestra rutina de higiene y belleza. Un producto que utilizamos para cuidar nuestras axilas y que bloquea el proceso de transpiración del organismo: bloquea los poros de la piel produciendo un efecto anti-transpirante, y evitando así a la piel eliminar las toxinas.
Sin embargo, el uso de desodorantes no siempre favorecen a nuestra piel, la mayoría de ellos están fabricados a base de quimicos que dañan nuestra tez, provocando en muchas ocasiones la irritabilidad de la misma y la aparición de alergias.
Los principales síntomas de alergia en las axilas son:
Sensación de ardor;
Irritación en la piel;
Ampollas o puntos rojos;
Comezón;
Enrojecimiento y sensibilidad en la región.
CONSECUENCIAS PARA LA PIEL
Muchas veces no somos conscientes del daño que hacen los desodorantes a nuestra piel y pensamos que estos síntomas pueden ser consecuencia del uso de determinadas prendas de ropa o incluso de la sudoración generada a lo largo del día. Es importante saber identificarlos, ya que en algunos casos, puede llegar a producir una descamación o quemadura.
¿Y cómo hay que cuidar la piel en estos casos? Cuando se identifiquen este tipo de síntomas en nuestra piel, es momento de prestar atención a las axilas y de cuidarlas delicadamente. Por eso, desde Eucerin establecen los siguientes consejos:
- Utiliza un desodorante que no contenga los alérgenos más corrientes que pueden desencadenar dermatitis por contacto como perfume o alcohol
- Antes de utilizar un desodorante nuevo podría aplicárselo en su antebrazo para comprobar si su piel reacciona al nuevo producto.
- Evita depilar sus axilas y utiliza ropa sueltas para evitar cualquier irritación.
- Si es necesario, deja de utilizar desodorante durante un tiempo determinado hasta que la piel deje de estar irritada