Los albaricoques más dulces y jugosos se pueden encontrar desde finales de la primavera hasta finales del verano, es decir, entre mayo y septiembre. La tonalidad rosada que adquiere la piel indica un exceso de dulzor en la fruta.
Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), comparado con otras frutas, su aporte energético es bastante bajo, dada su elevada cantidad de agua y modesto aporte de hidratos de carbono.
Los albaricoques más dulces y jugosos se pueden encontrar desde finales de la primavera hasta finales del verano, es decir, entre mayo y septiembre
''Es una fruta rica en b-carotenos. El b-caroteno se transforma en vitamina A en nuestro organismo, conforme este lo necesita'', añade la FEN.
''En cuanto a su contenido en micronutrientes podemos comentar que posee cantidades apreciables de potasio y vitamina C. El albaricoque presenta en su composición ácidos orgánicos como el ácido málico y el cítrico, aunque hay que destacar que la maduración hace que disminuya la cantidad de estos ácidos'', destaca la FEN.
Por último, ''también contiene pequeñas cantidades de flavonoides, entre los que se encuentra la quercetina (flavona)'', concluye la FEN.