La acalasia es una enfermedad poco frecuente que afecta al esófago de forma progresiva, es decir, con una evolución en general de muchos años, que finalmente suele manifestarse con dificultades para la deglución de los alimentos y líquidos.
Según Mayo Clinic, se produce cuando se dañan los nervios del esófago. En consecuencia, el esófago se paraliza y se dilata con el tiempo y, finalmente, pierde la capacidad de empujar la comida hacia el estómago. Entonces, la comida se acumula en el esófago.
La acalasia es una enfermedad poco frecuente que afecta al esófago de forma progresiva, es decir, con una evolución en general de muchos años
''La principal manifestación de esta enfermedad es la disfagia, que es la sensación de dificultad del paso del alimento desde el esófago hasta el estómago. Esto origina la percepción de que se tiene un bloqueo del paso en el esófago a nivel retroesternal. Suele iniciarse de forma intermitente con sólidos y posteriormente presentándose también con líquidos'', comenta la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD).
En determinados casos también produce dolor torácico, de características opresivas en el centro del tórax y que se puede irradiar a la mandíbula y/o espalda. ''Hasta en un tercio de los casos puede existir regurgitaciones, que es el paso del alimentos no digeridos hacia la parte proximal del esófago (la más cercana a la boca) y cavidad oral. En algunos casos ese contenido pasa a la vía aérea, causando tos, infecciones respiratorias (bronquitis, neumonías) y crisis de asma'', añade la FEAD.
La acalasia se puede pasar por alto o se pueden cometer errores en el diagnóstico debido a que los síntomas son similares a los de otros trastornos digestivos. En este sentido, en Mayo Clinic comentan que las pruebas que se pueden realizar son: manometría esofágica, rayos X del aparato digestivo superior (esofagografía) y endoscopia superior.