El yoga aéreo es una modalidad que nace de la fusión entre el yoga, las acrobacias y ejercicios de pilates y danza, donde se utiliza la suspensión como medio de trabajo. Agrupando todas estas disciplinas, obtenemos una práctica súper completa y novedosa, que cada día engancha a más personas.
Con esta nueva modalidad de yoga, obtenemos numerosos beneficios, de salud física y mental. A nivel mental, nos ofrece relajación, reducción y control del estrés, así como estimular la conexión cuerpo mente tan olvidado pero tan importante.
A nivel físico, encontramos trabajo de rango de movilidad, elongación y estiramiento muscular. Además de trabajo a nivel de fuerza en abdomen, espalda, hombros, triceps, glúteos…
DIFERENCIAS ENTRE YOGA AÉREO Y YOGA
La mayor y principal diferencia con el yoga tradicional es que el yoga aéreo se realiza en suspensión. Durante la sesión de yoga, te encuentras suspendido en una tela denominada compluvio, encima de la cual se realizan las diferentes posiciones de yoga.
La frecuencia de esta práctica la va a determinar los objetivos y como tenga estructurado mi entrenamiento así como la frecuencia de este último en la semana.
A nivel mental, nos ofrece relajación, reducción y control del estrés, así como estimular la conexión cuerpo mente
De manera genérica, si por ejemplo dedicamos tres días a entrenamiento funcional de fuerza, invertir uno de esos días en una sesión de aeroyoga, sería muy buena opción. Pero no quiere decir que solo podamos hacer una sesión de esta disciplina en la semana, incluso podríamos invertirlo y realizar dos sesiones de aeroyoga y uno de entrenamiento funcional. Ya que con el aeroyoga también trabajamos fuerza y tonificamos el cuerpo, por lo cual va a depender de los objetivos que quiera conseguir y qué trabajar cada persona.
¿CÓMO ES UNA CLASE DE YOGA AÉREO?
El yoga aéreo es una actividad que requiere de una determinada técnica a la hora de realizar las asanas, por ello, durante los primeros pasos, va a resultar necesario buscar (en el caso de ser alumnos) u ofrecer (si somos instructores) clases para principiantes.
Por lo general, al iniciarse en las clases de aeroyoga se realizan asanas en las cuales se pierde levemente el contacto con el suelo, con el objetivo de acostumbrar al cuerpo, empezar a mover las articulaciones y a relajarse.
Cuando ya se cuenta con cierta experiencia, se empiezan a incluir posturas en las cuales se pierde totalmente el contacto con el suelo, pero se sigue permaneciendo cerca de él. En este punto se realiza un trabajo más intenso de la musculatura, se desarrolla la flexibilidad de los músculos y articulaciones, y se sigue trabajando la relajación mental.
Por último, en practicantes avanzados de yoga aéreo se pueden realizar las posturas a una distancia considerable del suelo, lo cual permite incluir movimientos mucho más abiertos, creativos, y de mayor dificultad.