Las fobias son el sentimiento de miedo irracional y debilitante antes situaciones específicas que, para el conjunto de la sociedad, no representan un problema real. Lo cierto es que existen multitud de fobias asociadas a cientos de situaciones diferentes. Y, como no podía ser de otra manera, la piel también puede generar trastornos de ansiedad en algunas personas: la tripofobia es una de ellas.
¿QUÉ ES LA TRIPOFOBIA EN LA PIEL?
Para entender qué es la tripofobia en la piel, primero conviene conocer en qué consiste la tripofobia. Se trata de un trastorno que origina miedo, aversión o angustia ante la visión o el tacto de objetos e imágenes conformados por patrones repetitivos. Está estrechamente relacionado con la repulsión de la mente hacia las imágenes que repiten patrones geométricos muy pequeños, como círculos, hoyos, protuberancias o rectángulos.
Extrapolado a la piel, la tripofobia se definiría como el miedo irracional o aversión ante la visión de pequeños agujeros juntos, patrones geométricos repetitivos y agujeros pequeños sobre la piel. Aunque pueda parecer una fobia inusual, la tripofobia en la piel es más común de lo que se piensa. No obstante, no es una condición médica reconocida oficialmente, como tampoco lo es la tripofobia en general, pues no aparece en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5).
La tripofobia no está reconocida como una enfermedad
Por ello, la tripofobia en la piel no es una enfermedad. Tampoco puede confundirse con la dermatofobia, que es el pánico real ante la posibilidad de sufrir problemas cutáneos, tales como erupciones cutáneas, la aparición de granos o cualquier enfermedad de la piel. Este trastorno podría generar graves consecuencias emocionales, ya que el individuo podría incluso rechazar el salir de casa para evitar a los agentes externos que puedan causar un impacto en la piel.
CAUSAS DE LA TRIPOFOBIA EN LA PIEL
Los expertos en el campo de la psicología sostienen que la tripofobia puede nacer como resultado de una respuesta exagerada del cerebro a estos patrones que considera amenazantes. Esta sensación de peligro puede ser desencadenada por la semejanza entre el aspecto de los patrones geométricos con la piel de animales venenosos, como serpientes o gusanos, que provocan enfermedades en la dermis. Un ejemplo de ello podría ser la queratolisis punctata, una infección bacteriana que afecta a la capa córneas de la piel de los pies que deja lesiones crateriformes en la planta.
SÍNTOMAS DE LA TRIPOFOBIA EN LA PIEL
Los síntomas de la tripofobia en la piel se desencadenan ante la visión o el simple pensamiento de imágenes de estos patrones simétricos en la piel. Esta fobia puede provocar sensaciones de repulsión y miedo y, en algunos casos, puede conducir a una reacción física más fuerte, como escalofríos, náuseas, mareos, sudoración y aceleración del ritmo cardíaco.
La terapia psicológica y la exposición gradual pueden ayudar a controlar los episodios de tripofobia
En los casos más extremos, la tripofobia puede llegar a ser incluso debilitante, ya que podría interferir con la vida cotidiana del individuo. Estas personas pueden presentar miedo ante su propia piel, especialmente si manifiestan pequeños agujeros o protuberancias que les lleve a comportamientos de evitación y ansiedad generalizada. Este impacto emocional podría conllevar el desarrollo de síntomas físicos, como picazón en la piel.
TRATAMIENTO DE LA TRIPOFOBIA EN LA PIEL
La mayoría de los individuos con este tipo de trastorno presentan sentimientos de angustia o repulsión y, generalmente, suele desaparecer cuando dejan de contemplar la zona de la piel que les ha generado la tripofobia. Las personas que desarrollan cuadros de ansiedad más fuertes pueden recurrir a la terapia psicológica con ayuda de un profesional para trabajar la fobia en terapia. Además, la exposición gradual a las pieles afectadas con algún problema dermatológico de forma controlada y segura se posiciona como otra de las maneras que podrían ayudar al individuo a enfrentar futuras situaciones de tripofobia en la piel.