Tanto mujeres como hombres recurren cada vez más al bótox, definitivamente es una tendencia que ha llegado para quedarse.
El bótox es una neurotoxina que congela el tejido muscular en los sitios de inyección específicos. Esto ayuda a relajar las arrugas, mejorar los contornos faciales y evitar que las líneas finas se profundicen con el tiempo.
Por norma general, se utiliza para tratar problemas estéticos como las patas de gallo, las cejas caídas, las líneas de expresión, los pliegues de la frente y las líneas de la boca.
Es un procedimiento rápido y mínimamente invasivo al que suelen optar muchas personas, pero es cierto que cumplir algunos criterios hace que seas un excelente candidato. No tener antecedentes de enfermedades neuromusculares, tener buena salud física y ser mayor de edad, son algunos de los requisitos.
El bótox es una neurotoxina que congela el tejido muscular en los sitios de inyección específicos
Como muchos tratamientos estéticos no quirúrgicos, los resultados del bótox son temporales pero, en general, los resultados pueden durar de cuatro a seis meses.
En la mayoría de los casos, los hombres necesitan más unidades de bótox que las mujeres, debido a que su tejido muscular es más grueso y robusto.
Los motivos por los que decides someterte a este tratamiento estético, son variados, pero independientemente del motivo que te lleve a hacerlo, es recomendable buscar un cirujano o cirujana plástica certificada por la junta.
Es cierto que algunos dermatólogos y esteticistas anuncian este servicio, pero optar por un cirujano plástico es la opción más adecuada y segura.