Existen diferentes tipos de alopecia femenina. La más habitual es la androgenética. Puede llegar a darse en el 50% de las mujeres, especialmente con la llegada de la menopausia, cuando se produce una bajada de los estrógenos (hormonas femeninas) y estos ya no son capaces de contrarrestar los efectos sobre la alopecia que tienen las hormonas masculinas (andrógenos), principales causantes de la alopecia.
''En este caso, el proceso de caída es igual al de los hombres: el cabello empieza a debilitarse, a estar más fino (miniaturización), la fase telógena (de reposo o caída) es cada vez más larga, por lo que el cabello no se recupera'', subraya el doctor Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral.
Otros tipos de alopecias que se dan en las mujeres son la areata, que se caracteriza por calvas en forma redondeada en aquellas partes del cuerpo donde existe vello. ''Tiene un carácter inmunológico y el estrés es uno de los factores desencadenantes. Cuando la caída deja de ser en placas y afecta a todo el vello, pasa a denominarse alopecia universal'', añade Sánchez Viera.
Otros tipos de alopecias que se dan en las mujeres son la areata, que se caracteriza por calvas en forma redondeada en aquellas partes del cuerpo donde existe vello
Por último, destaca el experto, hay que hablar de la alopecia cicatricial también se da en las mujeres. Puede ser de nacimiento o adquirida, es decir, aparece tras un traumatismo, a consecuencia de alguna enfermedad autoinmune (lupus, esclerodermia, etc.), una infección bacteriana, por hongos o vírica. En este tipo de alopecia se produce una fibrosis en el cuero cabelludo impidiendo que los folículos pilosos se desarrollen con normalidad y, por tanto, aparezca pelo.
¿CÓMO SABER SI EXISTE UN PROBLEMA REAL DE ALOPECIA?
Según el especialista, hay que hacer diferentes estudios que confirmen el diagnóstico de alopecia. Entre ellos, hay que realizar una analítica donde queden reflejados valores nutricionales, hormonales e inmunológicos, entre otros. Es indispensable también realizar una exploración minuciosa del cabello y cuero cabelludo. Se analiza el tallo y la raíz del cabello mediante un análisis microscópico que nos permite conocer su estado de salud (tricograma) además de analizar las zonas afectadas por la pérdida de cabello, incluyendo piel y el cabello para saber la densidad, el grado de miniaturización y si existe alguna lesión en los folículos pilosos.
''Dependiendo del tipo de alopecia, los síntomas son diferentes, como hemos explicado con anterioridad, pero los más habituales son una pérdida progresiva del cabello, densidad cada vez menos y pelo más fino y ralo. La caída del cabello estacional (efluvio telógeno) se produce en otoño y primavera. En vez de perder los 100-150 cabellos que se pierden a diario con normalidad, el número aumenta. Sin embargo, pasados unos meses la melena se recupera. Si pasado este tiempo la perdida se sigue produciendo hay que acudir a un especialista ya que puede haber detrás un problema subyacente que, si es detectado precozmente, el cabello se puede recuperar'', apostilla Sánchez Viera.
¿HAY MUJERES QUE, TRAS EL DIAGNÓSTICO DE ALOPECIA, SE SOMETEN A UN TRASPLANTE CAPILAR?
En caso de ser necesario, las mujeres también son pacientes que se pueden someter a un trasplante capilar. ''Aunque a día de hoy es más frecuente en hombres (también lo sufren en mayor medida, la padecen hasta un 75% de ellos), cada vez es más utilizado por las mujeres, ya que el impacto psicológico en estas es mayor, al no estar tan normalizado como es en el caso de los varones'', manifiesta el experto.
En la actualidad, el implante capilar se realiza mediante la técnica FUE (Follicular Unit Extraction). Es un procedimiento de microcirugía de gran precisión, además de un importante sentido de la estética para que la intervención obtenga un resultado natural.
Consiste en obtener una unidad folicular individual directamente del cuero cabelludo del paciente, concretamente de la zona posterior e inferior de la cabeza. Este cabello mantiene siempre las características originales, es decir, nunca se pierde, y al implantarlo en las zonas alopécicas sigue manteniendo estas características. Además, en ningún caso se produce un rechazo, ya que se trata de cabello del propio paciente.
''Durante el proceso, que se realiza con anestesia local, se obtienen cabellos sanos con unos instrumentos llamados micropunchs. Cada unidad folicular tiene varios cabellos, que, tras ser preparados y separados bajo un microscopio, son implantados en las zonas afectadas por la alopecia con implantadores. Esta técnica no deja inestéticas cicatrices, además, las mujeres pueden tapar la zona tratada con el resto del pelo, a modo de cortina, hasta que el cabello trasplantado vaya creciendo. Dependiendo del caso y de la extensión de la zona con calvicie, pueden ser necesarios uno o varios implantes para obtener el resultado óptimo y deseado por la paciente'', detalla.