A menudo, asociamos el verano con la mejor época para las pieles grasas y con tendencia acneica debida a la acción secante y antiinflamatoria que sobre ella tiene el sol. Sin embargo, esta ''tregua'' durante las primeras semanas de exposición solar no representa una remisión total ni mucho menos definitiva de los brotes de acné y, además, de no tener especial cuidado, puede incluso derivar en un empeoramiento real del estado cutáneo general.
Oxigen, tras décadas tratando y estudiando esta realidad, recomienda mantener la rutina de higiene profunda y tratamientos específicos para el acné durante los meses de verano y tomar especial atención al cuidado en casa y a la protección solar. Es esencial que las pieles grasas mantengan un estricto régimen de cuidado facial, que se protejan del sol con fórmulas específicas que no obstruyan los poros y que cada noche, sin excepción, retiren concienzudamente los residuos de sudor y fotoprotector para promover la oxigenación y regeneración natural de la piel.
Asociamos el verano con la mejor época para las pieles grasas y con tendencia acneica debida a la acción secante y antiinflamatoria que sobre ella tiene el sol
Porque, si bien es cierto que este tipo de piel al comenzar las vacaciones se ve mejor gracias al efecto antiinflamatorio del sol, la acción antiséptica, exfoliante y astringente del agua del mar y el consiguiente tono homogeneizado gracias al bronceado, que disimula las huellas visibles del acné y muestra una piel más lisa y uniforme, no es más que una falsa mejora, que puede repercutir negativamente en el estado general de la salud la piel.
Pasado el verano, Oxigen recibe y atiende estas pieles claramente dañadas. En ellas se observa un claro engrosamiento de la capa córnea de la piel, una consecuencia más del daño por UV. Este engrosamiento, respuesta de defensa de la piel a la radiación solar, genera una gran deshidratación, algo que solo empeora y favorece los brotes de acné más virulentos y/o de tipo quístico, al impedir en gran medida que los granos y poros infectados se drenen naturalmente, quedando atrapada la grasa y facilitando su infección y la proliferación de bacterias. Algo que se agudiza, asimismo, por la obstrucción de los poros con residuos de sudor y fotoprotector, y empeora visualmente con las manchas por hiperpigmentación de las cicatrices de acné.
Es esencial que las pieles grasas mantengan un estricto régimen de cuidado facial
Problemas que pueden prevenirse e incluso evitarse si se mantienen las tres pautas de Oxigen para pieles grasas y con tendencia al acné durante el verano: protección solar adecuada al tipo de piel durante el día (fórmulas ligeras y oil free); régimen estricto de limpieza e hidratación al menos dos veces al día y sobre todo tras la exposición solar; y mantenimiento de los tratamientos para el acné en cabina.
PARA TRATAR Y MANTENER LA PIEL GRASA Y CON TENDENCIA ACNEICA CORRECTAMENTE LIMPIA, EQUILIBRADA Y SANA EN CABINA
-Limpieza facial Oxigen. Se trata de un protocolo en el que se higieniza profundamente la piel de rostro, cuello y escote, sumando exfoliación y extracción a medida. Protocolo que se acompaña de maniobras de masaje especial con drenaje para reducir la inflamación producida tras la extracción y aportar bienestar. Ideal antes de cualquier otro protocolo por su carácter higienizante y equilibrante e indispensable para las pieles normales, mixtas y grasas. Particularmente apropiado para las pieles jóvenes.
-Acné Oxigen. Tratamiento dirigido a pieles con tendencia acneica que precisan de un método de actuación más allá de la prevención. Este protocolo higieniza y desinfecta la piel de manera efectiva y respetuosa con los tejidos. Con la piel debidamente preparada, se trabajan las necesidades propias de cada piel con la desinflamación y la calma como claves, y el fortalecimiento y recuperación de una barrera cutánea sana como objetivo, claves para ayudar a curar y reparar el acné y sus consecuencias a nivel dérmico.