Las manos de una persona dicen mucho sobre ella. Con ellas es con quienes expresamos cercanía, admiración e interés. En este sentido, cuidarlas con cremas, exfoliantes y manicuras se ha convertido en una necesidad y por ello han surgido numerosas tendencias como la manicuras: francesa, brasileña, rusa, americana o japonesa…
Existen tantos tipos que muchas veces no es imposible recordar o reconocer todos ellos. Vayamos uno y por uno.
Manicura francesa. La más conocida de todas. ¿Quién no ha escuchado hablar de ella o lo ha llevado incluso en alguna ocasión? Aporta un toque elegante y discreto. Natural cuando no queremos llamar mucho la atención y un acierto seguro. Se aplica sobre un fondo neutro y en la zona superior de la uña se dibuja una línea fina y blanca de forma horizontal.
Manicura francesa inversa. Seguramente en los últimos meses habrás escuchado hablar mucho sobre ella. Aunque es menos conocida que la francesa habitual, lo cierto es que también es una de las más solicitadas cuando vamos a un centro de estética. En esta ocasión, la línea horizontal no se pondrá en la parte superior de la uña, si no en la inferior.
Manicura rusa. Es probablemente junto con las anteriores otra de las más conocidas. En esta ocasión, se dejan las uñas totalmente limpias y sin cutículas. De esta manera, el crecimiento no se hace evidente tan rápido y se puede pintar la uña más cerca de la raíz.
Manicura brasileña. Cada día gana más personas que lo siguen. No es tanto una forma de pintar nuestras uñas, si no más un tratamiento que tiene como objetivo hidratar y fortalecer la uña. Como peculiaridad se realiza en seco con la aplicación de unos guantes que llevan incorporados principios activos, hidratantes y regeneradores.
Manicura japonesa. Consiste en reparar las uñas quebradizas, para nutrirlas y darlas un aspecto más natural, sano y limpio. Para ello, se aplica en lugar del típico esmalte, una pasta formulada a base de algas marinas y cera de abeja para que se vea más brillante y luminosa.
Manicura americana. Puede considerarse como una alternativa a la manicura francesa por su gran parecido. Su única diferencia es que en el caso de la manicura americana se usa una base tirando más hacia el color carne y en el caso de la francesa más rosado. Además, busca un aspecto más natural al final.