El mundo de la belleza no deja de crecer a pasos agigantados y eso se ha notado en la aparición de nuevas técnicas utilizadas. Los tratamientos y las terapias con luz LED han ido ganando terreno en el campo de la atención médica, hasta el punto de convertirse en uno de los recursos más utilizados.
La terapia de luz LED se centra principalmente en el cuidado de la piel, promoviendo efectos antienvejecimiento y reduciendo la inflamación. Entre sus beneficios se incluyen el aumento en la cantidad de colágeno en la piel, que puede reducir la aparición de arrugas y otros estigmas del envejecimiento. Además, también se puede utilizar para tratar otros problemas como el acné, la dermatitis, los aczemas, la psoriasis, cicatrices, rosácea y daño solar.
TIPOS DE TEPERAPIA
Hay diferentes longitudes de onda del espectro de luz visible, cada una correspondiente a diferentes colores y penetrando la piel a diferentes profundidades. Las frecuencias más comunes utilizadas en la terapia de luz LED son las longitudes de onda rojas y azules, que se absorben fácilmente en la piel y no contienen luz ultravioleta dañina.
La luz roja se usa para tratar la capa más externa de la piel, también conocida como epidermis. Se cree que cuando esta capa de piel absorbe la luz infrarroja, se estimulan las células de fibroblastos que son responsables de la producción de proteínas de colágeno. El aumento en la producción de colágeno puede hacer que la piel luzca más suave, lo que puede disminuir la aparición de líneas finas y arrugas.
La luz azul, por otro lado, apunta a las glándulas sebáceas ubicadas en las capas más profundas de la piel. Al reducir la cantidad de aceite que producen estas glándulas, la piel puede volverse más seca, lo que a su vez podría provocar menos brotes de acné.
La terapia de luz LED se centra principalmente en el cuidado de la piel, promoviendo efectos antienvejecimiento y reduciendo la inflamación
En la mayoría de los casos, se requieren múltiples sesiones de tratamiento con una sesión de tratamiento típica que dura hasta 30 minutos. Aunque la terapia de luz LED se puede usar en cualquier parte del cuerpo, se usa más comúnmente para tratar el daño en la cara causado por el sol y otros elementos.
No es invasiva y conlleva pocos riesgos para la salud. Se puede utilizar en todo tipo de pieles y no quema la piel. Sin embargo, puede haber algunos casos raros en los que no sea recomendable recibir tratamiento en un área, como una erupción activa.