En la era digital, el uso de dispositivos móviles se ha convertido en una parte integral de nuestra vida diaria. Sin embargo, este uso excesivo, especialmente al mirar hacia abajo para revisar el móvil, ha dado origen a un nuevo fenómeno conocido como síndrome Tech-Neck.
Este síndrome se refiere al desgaste y daño que sufren la piel y los músculos del cuello debido a la postura incorrecta mantenida durante largos períodos de tiempo, al utilizar dispositivos electrónicos. Aunque es un término relativamente nuevo, sus efectos se están haciendo cada vez más evidentes, afectando a personas de todas las edades.
Sin embargo, el ‘Tech-Neck’ no solo se limita al malestar físico. La forma en que inclinamos la cabeza y nuestro cuerpo al interactuar con las pantallas puede contribuir al envejecimiento prematuro de la piel, especialmente en el área del cuello. La constante flexión hacia adelante genera tensión en los músculos, lo que a su vez puede resultar en arrugas y flacidez en esta zona.
"Las arrugas horizontales del cuello se producen por factores no modificables, como la predisposición genética, pero también por factores que dependen de nuestro estilo de vida"
La dermatóloga Paula Aguayo, colaboradora del Institut Esthederm, explica que "las arrugas horizontales del cuello se producen por factores no modificables, como la predisposición genética, pero también por factores que dependen de nuestro estilo de vida". Esto incluye hábitos poco saludables como una dieta irregular, el consumo de alcohol y tabaco, y el daño solar. No obstante, uno de los factores más críticos es la postura inadecuada, que se ha vuelto común debido al uso constante de dispositivos móviles.
Con el tiempo, la piel del cuello pierde elasticidad y firmeza, lo que provoca arrugas y una apariencia envejecida. Esto se debe a que la piel en esta área es más delgada y vulnerable, lo que la hace más susceptible a los efectos del envejecimiento. La postura habitual de mirar hacia abajo durante períodos prolongados exacerba este problema, lo que hace que cada vez más personas busquen soluciones para combatir los efectos del síndrome Tech-Neck.
Para combatir este síndrome, es crucial adoptar hábitos más saludables al usar dispositivos móviles. Estos son algunos consejos que se pueden seguir para mitigar su impacto:
Mantener una Postura Adecuada. Al utilizar el móvil, es importante sostenerlo a la altura de los ojos en lugar de inclinar la cabeza hacia abajo. Esto reduce la tensión en los músculos del cuello y previene la formación de arrugas.
Realizar Descansos Frecuentes. Hacer pausas regulares para estirar el cuello y los hombros puede ayudar a aliviar la tensión acumulada. Incorporar ejercicios de estiramiento en la rutina diaria es esencial para mantener la salud del cuello.
Ampliar la Rutina de Cuidado Facial. No se debe limitar el cuidado de la piel solo al rostro; extender la rutina de cuidado hacia el cuello y el escote es fundamental. Aplicar productos hidratantes y protección solar regularmente puede prevenir el daño solar y mantener la piel saludable.
Ejercicios de Fortalecimiento y Estiramiento. Incorporar ejercicios específicos que fortalezcan los músculos del cuello y la espalda puede ayudar a mejorar la postura general y reducir el riesgo de dolor y tensión.
No se debe limitar el cuidado de la piel solo al rostro; extender la rutina de cuidado hacia el cuello y el escote es fundamental
En este sentido, el Institut Esthederm ha presentado una nueva línea de tratamiento denominada Intensive Pro-Collagen+, enfocada en combatir los efectos del síndrome Tech-Neck. Esta línea incluye un sérum y una crema que utilizan activos biomiméticos para reforzar los mecanismos naturales de reafirmación de la piel, centrándose en los cinco tipos de colágeno esenciales para mantener su firmeza y cohesión.
Los beneficios de estos productos son significativos, ya que prometen un efecto tensor que redefine los contornos del rostro, mejora la elasticidad y aumenta la firmeza de la piel. Los resultados se pueden observar desde el primer mes de uso, destacando una firmeza de la piel incrementada en un 94% y una reducción notable de arrugas.