Sí sí, resulta que la tinta permanente no es solo cosa de la piel.Por supuesto, también existen los que consisten en una especie de calcomanía que se pega sobre el diente pudiendo retirarse al antojo del paciente.
Sin embargo, lo que verdaderamente nos preocupa son los que no se pueden quitar. En este caso el diseño se hace con distintos tonos a base de polvo de cerámica y tinta de forma similar a los tatuajes convencionales.
Según los odontólogos, esta tendencia es agresiva para los dientes, por lo que nunca se debe aplicar directamente sobre la pieza molar, sino encima de las coronas o las fundas.
Finalmente, también encontramos los grills dentales, unas cubiertas hechas de oro, plata e incluso a veces, de piedras preciosas que se colocan en los incisivos y que las celebrities ya se han preocupado de mostrar en distintos eventos sociales. En definitiva, los patrones estéticos de las sociedades contemporáneas no dejan de sorprendernos. Nos mantendremos a la espera de si esta tendencia dental conquista o no a Europa…
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