Algunos suplementos populares utilizados para mejorar el rendimiento físico o complementar la dieta pueden tener efectos inesperados en la piel, como la aparición o agravamiento del acné. Aunque no todos los usuarios experimentan estos efectos, es importante conocer cómo estos productos pueden influir en la salud de la piel y tomar medidas para prevenir o mitigar estos problemas.
En este contexto, la farmacéutica Clara Fernández, conocida en Instagram como @holisticmango, ha advertido sobre la relación entre ciertos suplementos y el aumento del acné en algunas personas. Según Fernández, dos tipos de suplementos comunes, las proteínas de suero de leche y las vitaminas del grupo B, pueden provocar o agravar los brotes de acné, especialmente en personas con tendencia acneica.
Uno de los casos más comunes, explica la también influencer, es el de la proteína en polvo, concretamente la proteína de suero de leche o ‘whey protein’. “Es más habitual de lo que podríamos pensar”, comenta. A menudo, personas jóvenes que comienzan a entrenar con pesas recurren a estos suplementos para aumentar su ingesta de proteínas, y en muchos casos, esto coincide con la aparición de brotes de acné. Cuando un paciente llega a la farmacia con acné repentino, una de las primeras preguntas que ella hace es si ha empezado a tomar este tipo de proteínas.
Dos tipos de suplementos comunes, las proteínas de suero de leche y las vitaminas del grupo B, pueden provocar o agravar los brotes de acné
El mecanismo detrás de esta reacción está relacionado con el aumento del factor insulínico tipo uno (IGF-1), que a su vez estimula la producción de sebo, una sustancia oleosa que puede obstruir los poros y favorecer la aparición de acné. Sin embargo, hay quienes tal vez quieran buscar una alternativa. Para ellos, Fernández recomienda optar por proteínas veganas, como la de guisante, que no parecen tener el mismo efecto negativo sobre la piel.
El segundo grupo de suplementos relacionados con el acné son las vitaminas del grupo B, especialmente las B6, B12 y B2. Aunque no siempre generan este problema, Fernández señala que se ha observado una relación entre estas vitaminas y la aparición de dermatitis acneiforme, una condición que se manifiesta como lesiones similares al acné, sobre todo en personas que ya son propensas a padecerlo. “Si tienes tendencia acneica, estos suplementos pueden agravarla”, advierte.
El acné inducido por vitaminas del grupo B tiende a aparecer principalmente en la frente y las mejillas, y afecta más a mujeres que a hombres. Aunque no todos los usuarios de estos suplementos experimentan problemas de piel, es importante estar atento a cualquier cambio y consultar a un profesional si aparecen brotes después de empezar a tomarlos.
Finalmente, Fernández aclara que, si no has experimentado problemas de acné tras consumir estos suplementos, no es necesario alarmarse ni suspender su uso. Sin embargo, invita a quienes noten un aumento de acné a evaluar si su régimen de suplementos podría estar influyendo en su piel, ya que es una causa más común de lo que parece.